El Floridita de La Habana lugar donde se vende el famoso daiquiri clásico, está celebrando sus doscientos años abierto.
Punto de encuentro para todos los turistas que visitan la isla, que buscan tomar el mejor daiquiri del mundo o acercarse a ese lado de Ernest Hemingway quien era visitante asiduo durante sus largas estancias en Cuba. Quien hoy está presente en una estatua de bronce y acodado en la barra.
Un dato curioso es que Hemingway no tomaba esa bebida sino se creó el «Papa doble», en el que el azúcar del daiquiri se sustituía por jugo de toronja y se doblaba la medida de ron, porque Hemingway era diabético.
Fue el primer bar de Cuba que usó una batidora, allá por los años veinte del siglo pasado, y también fue pionero en brindar «servicio de sobremesa con habano», los célebres tabacos de la isla.
No tiene clientes locales porque el costo de un trago es de 6 CUC casi una quinta parte del salario de los cubanos.
El Floridita seguirá renovándose junto a las tendencias.