En medio de un contexto de crisis económica, el régimen de La Habana aprobará 22 nuevas medidas para mejorar la eficiencia de sus empresas estatales, asimismo anunciará muy pronto nuevas normas jurídicas para los emprendedores en la Isla, reporta Diario de Cuba citando a Efe.
Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, dio a conocer el fin de semana a los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular que en el caso de las 22 nuevas medidas se aplicarán a corto y medio plazo en un intento por impulsar las empresas socialistas.
Las normativas se aplicarán en los grupos empresariales que operan en el proyecto estrella del Gobierno cubano para captar capital extranjero, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), como parte de la iniciativa se busca retener parte de las divisas ingresadas por sus exportaciones, asegurando inversiones y producciones a futuro.
De las 1.776 empresas estatales que existen en Cuba, solo 43 son deficitarias, según datos oficiales publicados hace dos meses por la prensa oficialista de la Isla.
No obstante, estas cifras se obtienen a partir de un cálculo distorsionado por la dualidad monetaria del país comunista, por lo que el panorama realmente es otro.
El entramado empresarial cubano en su mayoría continúa siendo fundamentalmente estatal, pese a que en los últimos años abundan las empresas mixtas con participación foránea.
Con respecto a la flexibilización del incipiente sector privado que ofrece empleo a unas 580.828 personas en el país, el jefe de la Comisión Permanente no adelantó mucho.
Murillo se limitó a precisar que esa normativa es parte del «perfeccionamiento» de esta modalidad de empleo, impulsada por el Gobierno cubano para aligerar las abultadas plantillas de trabajadores estatales, que se extiende a unas 130 actividades, de las cuales las más florecientes son la gastronomía, el alojamiento y los servicios vinculados al turismo.
En diciembre último fueron anunciadas nuevas regulaciones para los cuentapropistas, cuando el Gobierno cubano limitó el número de licencias que podría tener cada trabajador del sector privado, entre otras normativas que causaron malestar en la población.
En aquel momento las huelgas de los boteros, cocheros en distintas localidades del país, entre otros indicadores del disgusto popular provocaron que el régimen diera marcha atrás en el último momento.
Otro ajuste llegó en febrero pasado, con la aprobación de cinco nuevas actividades y la posibilidad de que las personas jurídicas puedan contratar productos y servicios de los trabajadores autónomos, entre otras cuestiones.
1 Comentario