El gobierno cubano comenzara la venta de piezas de motos eléctricas previamente decomisadas por el MININT.
La venta se llevará acabo mediante la agencia de Empresa de Servicios Automotores S.A (SASA), y será la segunda de su tipo, compartió el sitio independiente de noticias CubaNet.
Trabajadores de SASA confirmaron al citado medio que la primera venta tuvo lugar en diciembre y que se vendió exclusivamente a empresas estatales e instituciones como la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
En la Agencia La Palma, del municipio Arroyo Naranjo, un empleado del área de servicios explicó que el groso de piezas que recibió esa unidad comercial fue vendido a empresas estatales.
Las personas que pretenden comprar se anotan en una larga lista sin tener idea de cuantas piezas quedan en inventario.
“Venden dos o tres kits diarios, y la mayoría a trabajadores de aquí mismo. La lista allá afuera tiene más de cien personas, pero solo van a comprar dos o tres, y el resto se lo van a llevar los que paguen un buen soborno al comercial y los almaceneros”, dijo el empleado.
Las motorinas en el 2019 no necesitaban licencia pero desde entonces las regulaciones han cambiado y se requiere una especial tipo A-1, lo cual ha desatado una ola de inpecciones por parte de las autoridades.
A finales de 2020 se añadió más rigor a las medidas de control sobre los conductores, señaló el suboficial Ángel Luis Ferrán, de la División Provincial de Tránsito.
“Antes eran multas y más multas, de entre siete y 20 pesos. En estos momentos la primera multa es de 20 pesos, de carácter profiláctico, pero la segunda vez implica una denuncia por desobediencia y 3 000 pesos de multa. Por tercera ocasión la multa puede llegar a 6 000 pesos, se procede al decomiso del medio de transporte y el conductor se enfrenta a un proceso penal por desobediencia”, explicó Ferrán.
Las cifras oficiales de los decomisos no son de carácter público.