Muchos concuerdan que con la visita del presidente estadounidense se hizo visible para muchos algo que se niega en Cuba el racismo y, en consecuencia, la falta de acceso del negro al poder.
Al Green, congresista demócrata por uno de los distritos en Houston, Texas, quien formó parte de la delegación bipartidista que acompañó al presidente Barack Obama en su visita a Cuba la semana pasada, aseguró que en la isla comunista hay racismo.
Fue este uno de los mensajes que dejo el presidente Obama en la isla ¿un cubano negro convertido en presidente en la isla? «pero el presente y la historia han demostrado realmente la escasa presencia de los negros en los sectores más ricos e influyentes de la sociedad cubana» dijo Odette Casamayor.
Por otro lado, el periodista Iván García Quintero apuntó desde La Habana que cuando usted le pregunta a Nicolás, un mulato que vende granizado en el Parque de la Fraternidad, en Centro Habana, si conoce sobre la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, que marcó un antes y un después en aquella sociedad, encoge sus hombros mientras ralla un pedazo de hielo.
«La verdad que de eso no sé mucho. Aquí siempre la prensa decía que a los negros los linchaba el Ku-Kux Klan. Pero de pronto llega un niche a la Casa Blanca y uno comienza a preguntarse cuánto de verdad o mentira había en lo que nos contaba el Granma», comenta el granizadero.
Es verdad que en los ámbitos del poder en Cuba no se mueven muchos negros y mulatos, uno de los pocos vistos ahora en la visita de Obama fue el primer secretario del partido, Estebán Lazo, este es el uno de los 5 que hay en 131 miembros. Y ni hablar de las familias asociadas a los Castro.
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