El régimen de La Habana dio a conocer este fin de semana que prorrogará hasta el 31 de enero de 2025, la exención de aranceles a medicinas, alimentos, y productos de aseo, que lleven consigo las personas que viajen a Cuba, así lo confirma la edición número 45 (extraordinaria) de La Gaceta Oficial que publicó textualmente la Resolución 311 del Ministerio de Finanzas y Precios.
Según el oficialismo de la Isla comunista, la medida es de carácter «excepcional», y detalla que para gozar de las ventajas de la regulación, los viajeros deben presentar ante la Aduana los productos catalogados como medicamentos y suministros médicos, alimentos y artículos de higiene, en paquetes separados de sus bienes personales.
Asimismo, con esta medida informaron 500 dólares es el límite del valor para las importaciones no comerciales que realizan mediante envíos, los cubanos residentes en el exterior.
De igual modo, tampoco habrá impuesto aduanero sobre los primeros 30 dólares del valor, o su peso equivalente de 3 kg del envío, y solo se aplicará el exceso de la tarifa arancelaria a un 30%.
En el mismo orden, tienen un autorizo de hasta 20 kg, y un límite de 200 USD, los alimentos, medicamentos e insumos, y aseo importados por personas naturales a través de envíos marítimos, aéreos y postales.
Esta medida que el gobierno cubano lleva prorrogando desde hace tres años, fue adoptada como resultado de los reclamos de la población y de las masivas protestas contra el régimen que tuvieron lugar el 11 de julio de 2021 en diferentes partes de la nación caribeña.
«Con la prórroga, el régimen pretende que sean los emigrados quienes alivien las necesidades, no solo financieras, sino sanitarias y alimenticias de sus familiares en la Isla», recogió un editorial del independiente diario digital 14yMedio.
El desgobierno de Miguel Díaz-Canel y la familia Castro simplemente no tienen como solventar la perenne crisis socioeconómica que se vive al interior del país. Mientras tanto, son los emigrados cubanos los que tienen que seguir arreglándoselas para que sus familiares puedan subsistir en medio de la dolarización de la economía, la inflación y el hundimiento de la moneda nacional.