Hoy, miércoles será puesto a prueba el nuevo decreto del presidente Donald Trump sobre inmigrantes y refugiados de seis países musulmanes en las cortes federales de Maryland, Washington y Hawái. Los jueces deberán emitir una decisión antes que el decreto entre en vigor, en el primer minuto del jueves.
Si este nuevo decreto entra en vigor, cerrará las fronteras a los refugiados por 120 días y congelará la entrega de visas a ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen por 90 días.
Como el presidente ya firmó un decreto parecido, el pasado 27 de enero y esa orden quedó bloqueada por la justicia del estado de Washington, el magistrado Robart quien inició estos procedimientos, ha sido objeto de la ira del presidente, quien en la red social Twitter se refirió a él como “dizque juez”.
Según el sistema judicial estadounidense, un juez federal tiene la capacidad de suspender parcial o completamente la aplicación de un decreto, en una decisión que tiene alcance nacional.
No obstante, la legión de abogados del Departamento de Justicia está lista para recorrer a los tribunales en defensa de la decisión presidencial, ya que se apoya en “el ejercicio válido de la autoridad presidencial, conforme a la ley”.