Washington desconfía del rol que el Gobierno cubano haya podido jugar en los contactos que se produjeron la semana pasada en Noruega entre una delegación de Nicolás Maduro y otra del presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, en un intento de diálogo para resolver la crisis que vive la nación petrolera, informa Martí Noticias.
Para Elliott Abrams, enviado de EEUU para Venezuela, Cuba sólo perturba el diálogo protegiendo sus intereses.
En conversación con Efe, el diplomático expresó: ¿Qué quiere el régimen cubano? Quieren mantener los 45.000 barriles al día que les envía Venezuela durante todo el tiempo que puedan. Es decir, quieren mantener en el poder a Maduro por tanto tiempo como puedan».
Abrams aseguró que Cuba no desea una transición en Venezuela, ya que si estuvieran a favor «de la democracia y las elecciones libres, empezarían haciéndolas en Cuba».
Los contactos se iniciaron en La Habana y se han mantenido varias reuniones en un lugar secreto en Oslo, de acuerdo a la televisión pública noruega NRK.
Noruega es una de las 54 naciones que reconoce a Guaidó como legítimo presidente interino de la nación suramericana, y actúa como mediador en los contactos iniciales entre los representantes de la oposición y la dictadura de Caracas.
Abrams también adelantó la estrategia de EEUU seguirá basada en sanciones para debilitar el régimen de Maduro, y para ejercer presión sobre el Gobierno de Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro, asimismo anunció la Casa Blanca podría aplicar más sanciones a ambas dictaduras.
EEUU cree que su campaña a favor de Guaidó no ha triunfado hasta ahora debido a la influencia de unos 25.000 cubanos, que presuntamente actúan dentro de la estructura castrense y de inteligencia del país petrolero.
«…Hemos tomado algunos pasos con respecto a Cuba. Y con las políticas que Cuba está llevando a cabo, habrá más», añadió Abrams en alusión a nuevas sanciones para el régimen de La Habana.
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