Embajada de EE.UU en Cuba aclara que su gobierno seguirá deportando a quienes intenten entrar ilegalmente por la frontera

La embajada de los Estados Unidos en Cuba en el día de hoy realizó un comunicado en las redes sociales donde aclaró que su gobierno seguirá apostando por una migración segura y ordenada apegadas a las normas jurídicas existentes las cuales califica de estrictas y de obligatorio cumplimiento.

En el anuncio que colgaron en el perfil de Instagram «usembcuba» detallan que independientemente de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre las leyes siguen siendo las mismas en materia de inmigración, por lo tanto las personas que persistan en ingresar a territorio estadounidense de forma ilegal por los puntos fronterizos serán devueltos a sus países de origen con prontitud.


Para nadie es un secreto que con las elecciones de principios de este mes muchas personas están desesperadas con llegar a Estados Unidos antes que el nuevo mandatario Donald Trump asuma la presidencia y ordene un conjunto de medidas que viene anunciando desde su campaña en contra de la migración.

La nota de la sede diplomática es bastante precisa en cuanto a las acciones que seguirá tomando el gobierno estadounidense en aras de que se cumplan las leyes migratorias a pesar de que la administración cambie. Si bien el actual gobierno implementó opciones para que las personas que huyen de los regímenes comunistas y otras que desean encontrar mejores oportunidades en Estados Unidos lo hagan por las vías legales, la siguiente administración buscará en el futuro que quienes lleguen al país de forma ilegal regresen a sus países y quizás muchos de estos programas se cancelen durante los próximos cuatro años.

En ese sentido el recién electo presidente de Estados Unidos Donald Trump quien llegará a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025 está analizando varias ideas para hacer cumplir con rigidez las leyes norteamericanas. Una de sus aspiraciones es restablecer la política de «tolerancia cero» en lo frontera que le permite al gobierno someter a procesos penales a todo aquel que pretenda acceder de forma irregular al país.

Otra de las medidas que defiende Donald Trump es la deportación de entre 1 y 1.5 millones de personas disgregadas en Estados Unidos que en su inmensa mayoría están relacionadas a la comisión de delitos graves, así como otros que recibieron órdenes de deportación definitivas.


También se espera que el multimillonario ordene a las embajadas de Estados Unidos en los diferentes países de la región emisores de inmigrantes varias indicaciones que presionen a estos estados a aceptar a cada uno de los deportados y en caso de que se nieguen a recibirlos o lo pospongan se limitará la entrega de visas a sus ciudadanos.

Para lograr ese objetivo las restricciones estarán amparadas en la sección 243 (d) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad y serían impuestas a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua que son los más propensos a negar la entrada de sus nacionales.


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