Embajada de Estados Unidos aclara sobre si el Programa de Parole Humanitario continuará

La posibilidad de que sea suspendido el programa de parole humanitario implementado a favor de nacionales de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela continúa generando mucho temor tanto en los patrocinadores y beneficiarios elegibles que esperan con ansias la aprobación de sus solicitudes, como en aquellos residentes de dichos países que aspiran a encontrar una persona de apoyo en la nación norteña.

Dicho temor tiene su origen en el proceso judicial iniciado a partir de la demanda establecida por los fiscales generales de 20 estados republicanos, cuya pretensión es la eliminación del programa.

A pesar de que el juicio sobre su legalidad concluyó, el juez federal Drew Tipton, encargado de juzgar el asunto, puede demorar meses en pronunciar su decisión.

Sin embargo, la mayor preocupación gira en torno a si el magistrado cancelará el beneficio migratorio de manera temporal, o sea, hasta que emita un fallo al respecto.

En tal sentido Yael Schacher, directora para las Américas de Refugees International, expresó: «Si el programa se congela, se dejarán también de procesar las solicitudes».

Lo cierto es que, si el juez determina suspender el programa, esta decisión no afectará a quienes ya ingresaron a Estados Unidos a través de dicha vía, pero sí a la numerosa cantidad de personas que aún esperan una respuesta y que, en consecuencia, no podrán arribar a la mentada nación, debiendo resignarse a permanecer en sus respectivos países.

En esta semana la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua aclaró a los internautas ciertas dudas sobre el tema, mediante sus redes sociales. Una de las preguntas formuladas se refería a la duración del beneficio, a lo que el personal respondió: «No hay previsión para el fin del parole humanitario».

El programa de parole humanitario se aprobó en enero del año en curso por la administración de Joe Biden para cubanos, nicaragüenses y haitianos, pues el mismo ya existía para los venezolanos y ucranianos, con el fin de frenar la migración irregular y de fomentar vías seguras, legales y ordenadas para arribar a territorio estadounidense.

Los interesados deben tener una persona de apoyo o patrocinador que resida en la nación norteña y que posea los recursos financieros suficientes para recibirlos, mantenerlos y apoyarlos durante su permanencia en dicho país.

El proceso se inicia cuando esta persona de apoyo presenta un formulario I-134 en línea ante USCIS. En caso de que el beneficiario resulte elegido, recibirá una autorización adelantada para viajar y posteriormente será sometido a una inspección por parte de los oficiales de emigración del puerto de entrada en cuestión, quienes le otorgarán o no el permiso de manera discrecional, basándose en la existencia de razones humanitarias urgentes o de beneficio público significativo.

El período de permanencia en Estados Unidos es de hasta 2 años y la persona podrá solicitar durante este tiempo un permiso de trabajo.