Un sediento repartidor de Uber Eats en el sur de la Florida no tenía idea que estaba siendo grabado cuando a la entrada de una vivienda en la cual iba a dejar una entrega, decidió tomar un sorbo de la bebida de la orden.
La clienta Karina Morales, quien habitualmente hace uso de los servicios de entrega de Uber Eats, no podía creer sus ojos al ver el video de la cámara de vigilancia.
Morales dijo a Telemundo que lleva dos años ordenando con frecuencia a través de la aplicación. «Era definitivamente algo conveniente y algo a lo que podía recurrir si tenía hambre y no quería salir de casa», dijo.
Nunca tuvo mayores quejas con el servicio, excepto que en algunas ocasiones la orden no llegaba completa. Sin embargo nunca fue algo que la desestimulara a dejar de ordenar por completo.
Todo cambió para ella cuando el pasado 2 de agosto pidió una orden por error a la dirección de su novio y no a su trabajo. Como no había nadie en la vivienda, el repartidor la llamó por teléfono y entonces ella le pidió que la dejara en la puerta.
Lo que vio luego le quitó el apetito.
Un video de vigilancia muestra al repartidor quitando la tapa de un batido, bebiendo un poco del vaso y poniendo la tapa de nuevo para dejarlo al lado de la puerta, junto con el resto de la orden.
«Le dio un trago, le quitó la tapa y volvió a ponerla, no podía creerlo», dijo Karina.
Karina se quejó con Uber Eats y obtuvo un reembolso por lo que fue calificado como un «incidente de seguridad alimentaria».
Se desconoce quién es el repartidor que solo iba identificado en la aplicación como «Iván».
En un comunicado Uber Eats dijo a Telemundo 51 Investiga:
«Lo que se ha descrito es inaceptable y el acceso del socio repartidor a la aplicación se ha eliminado mientras investigamos el caso”.