En Cuba en la década del 80 “Los Frikis”, se autoinfectaron con VIH

Seguidores del punk rock en la década del 80 en Cuba tomaron la decisión de autoinfectarse con el virus del VIH, como una manera de protestar contra el sistema socialista y de escapar de la represión a que se veían sometidos constantemente.

«Sabía que al infectarse sería enviado al sanatorio», afirma, Niurka Fuentes hablando de su esposo fallecido, Papo La Bala, uno de los primeros en infectarse, «Sabía que iba a conocer a otras personas como él allí, que la policía lo dejaría solo, y que podría vivir su vida en paz».

A este sector de la sociedad en Cuba, se les conoce como Los Frikis, usaban ropas oscuras, piercings, tatuajes, no querían acoplarse a las normas de la sociedad socialista de Castro. Frecuentemente eran arrestados, encarcelados, acosados y enviados a hacer trabajos manuales.

Los Frikis decubrieron un lugar donde les proveían de comida, abrigo y servicios médicos. “Y una vez que suficientes de ellos fueron enviados a los sanatorios, sabían que estos, a su vez, se convertirían en un refugio punk”, señalan, «Podías oír el rock and roll y el heavy metal que salía de cada casa», rememora, Yoandra Cardoso, una Friki veterana, «Cuando el sanatorio abrió por primera vez, era 100% Frikis … estábamos todos aquí juntos», agrega.

Los enfermos podían escuchar y tocar música, vestirse como quisieran y relacionarse con otras personas dentro y fuera de la entidad.

“Estos eran mejores alojamientos que los que un cubano promedio podía permitirse en ese momento, por no hablar de un Friki”, muestra un documental producido por la publicación Vice. “Creamos nuestro propio mundo allí”, apunta Fuentes.