
El pobre acceso a Internet y un gobierno que controla todos los medios de comunicación hacen de la prensa y la información en Cuba un monopolio muy bien controlado. Gracias a la aparición de nuevas tecnologías y de valientes jóvenes que se han dispuesto a hacer una prensa independiente como son el caso de Yoani Sánchez y el programa del Estado de Sats.






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