En una noche tranquila en Bradenton, Florida, un reptil errante de ocho pies de largo se convirtió en el centro de atención cuando un repartidor de pizza se encontró con una situación inesperada. La policía local recibió una llamada para lidiar con lo que se describió como una «situación escamosa».
El oficial que respondió al llamado se topó con un repartidor de pizza visiblemente asustado. El repartidor, ante el temor que le provocaba el enorme caimán que paseaba cerca, le pidió al oficial que entregara la pizza en su lugar. El oficial accedió a ayudar, aunque no era el caimán el que debía controlar.
Mientras tanto, una mujer en la escena estaba tan preocupada que exclamó: «¡Oh Dios mío, hay un enorme caimán bajo mi auto!» El oficial, intentando mantener la calma, le pidió que se metiera en su casa y le aseguró que todo estaría bien.
Mientras tanto, el repartidor de pizza seguía preguntando por su entrega: «¿Dónde está mi pizza?» Finalmente, el oficial se dirigió a la parte trasera de la casa para entregar la pizza y, a su vez, recibió el efectivo por la entrega del repartidor. Además, el oficial se ofreció a tomar una foto del caimán para el propietario de la casa, quien mostró un gran interés en el reptil.
El oficial, que había mostrado valentía en una situación inusual, merecía sin duda una buena propina, según los presentes. Posteriormente, los trappers del FWC (Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida) fueron llamados para reubicar al caimán lejos del vecindario, asegurando que futuras entregas de pizza no se verían interrumpidas por encuentros inesperados con la fauna local.