Enrique Santos vuelve a sus bromas y esta vez junto a Ovi le corre una máquina a la Diosa de Cuba por teléfono

El locutor de radio Enrique Santos durante una entrevista con el cantante cubano Ovi, aprovecha para hacer una llamada a La Diosa de Cuba y correrle una máquina (Frase cubana que se utiliza cuando quieres hacer una broma a alguien) por teléfono.

Al comunicarse con la cantante le dice que la llamaba para proponerle un negocio con una empresaria mexicana nombrada Magaly, que quería presentar un nuevo producto de pasta dental que quiere sacar al mercado.


Santos imitando la voz y acento de una mujer mexicana le dice a La Diosa:

“Hay otro inversionista. Lo que me interesa es lanzar una pasta de dientes para blanquear”

“Se va a llamar Claro que sí, como el dicho de Ovi, y entonces queremos identificar cuatro o cinco artistas que estén de acuerdo con esto y que quieran participar en la campaña”, agregó el locutor.

Al otro lado, responde La Diosa: “Buenísimo, claro”

Por su parte Santos continúa la broma:


Hay que sentarse y hablar de cómo vamos a repartir la lana”, agregando que también habían pensado en unir a Lenier Mesa y a Alexander Delgado, también músicos cubanos.

A la pregunta si estaba dispuesta a unirse, contestó que por supuesto.

 “Yo con Ovi estoy a todas”, añadiendo que una pasta frutal eliminaría del producto la picazón. “La de la fruta no pica”, dijo sin percatarse que se trataba de una broma telefónica.

Santos aseguró que le gustaría usar un tema de La Diosa y ella respondió que sería muy bueno y que ella estaría dispuesta, incluso, a transformar alguna canción suya y ponerla en función de la campaña.

Después de un tiempo dando rodeos y bromear con las canciones de la artista, Santos decidió sincerarse y revela que todo era una broma, “una clavada telefónica”:

“El otro accionista en este es negocio quizá tu lo conoces. Se llama Enrique Santos. Esto es una clavada telefónica”, terminó así la broma el locutor.

Entre risas La Diosa dijo que lo sospechaba:

“Yo lo sabía”, “Míralo prestado, asere, yo lo sabía. Los amo. Qué malos son”, “La broma de Enrique Santos, me han matado”


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