El cantante y diputado cubano Arnaldo Rodríguez Romero con su orquesta El Talismán, fue el encargado de cerrar la marcha convocada por el régimen el viernes 20 de diciembre, y un vídeo difundido desde La Tribuna Antiimperialista en el malecón habanero, dio cuenta de la escasa asistencia que tuvo el evento, una muestra más del hartazgo de la población cubana de los actos políticos convocados por la dictadura.
No obstante, el artista oficialista compartió vídeos en sus redes en el que se ve mayor asistencia de público, pero sin embargo se nota el vestuario de la orquesta es totalmente diferente, así que todo apunta a que el músico defensor del régimen en realidad usó grabaciones viejas para hacer creer que su presentación del viernes fue todo un éxito, cuando la realidad es bien distinta.
El desgobierno de Miguel Díaz-Canel convocó esta marcha «contra el bloqueo» de EEUU hacia la Isla, y con motivo de la clausura del cuarto período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), en la que también fue notoria la poca asistencia del pueblo.
Para ello la dictadura cubana orquestó caravanas de ómnibus que salieron desde varios puntos de la capital para trasladar personas hacia el malecón donde tuvo lugar la marcha, un lamentable circo de derroche, en medio de la escasez de combustible que se vive al interior del país.
El acto político encabezado por Raúl Castro y Díaz-Canel, fue transmitido en vivo por la estatal televisión cubana. En las imágenes televisivas se vio a muchos de los participantes vestidos con sus uniformes de trabajo.
Sobre la concentración, la historiadora y politóloga Alina Bárbara López Hernández opinó en Facebook:
«El problema no es que el Gobierno logre convocar a miles de personas a una marcha en apoyo suyo. Tiene el poder y sabemos que ha hecho un enorme esfuerzo, con un despliegue policial inmenso, presiones y gastos que, por cierto, no está ahora en condiciones de efectuar», indicó.
«Es creíble asimismo que muchos de los asistentes a la marcha sean incondicionales al Gobierno y estén allí por convicciones y decisión propia. Y eso hay que respetarlo. El verdadero problema es que el Gobierno sabe muy bien que si pudiera convocarse a una marcha de protesta cívica sin que fuera reprimida, esta sería mucho más nutrida que la suya. Por eso no las permiten, violentando así el artículo 56 de la Constitución», agregó.
Para la académica «por mucho que pretenda ignorar la realidad e intente ofrecer al mundo, y especialmente a la próxima Administración norteamericana, la imagen de un Gobierno fuerte y con gran poder de convocatoria, sabe muy bien que en Cuba vivimos un nuevo momento histórico en el cual el inmovilismo ya no es una opción», aseguró.
López Hernández se manifiesta pacíficamente el 18 de cada mes en Matanzas para exigir el derecho a una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente, que permita redactar una nueva Constitución. Asimismo, que el Estado sea capaz de atender las necesidades de los ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema en todo el país.
La historiadora aboga también por la libertad de los presos políticos y por el cese de la persecución a la disidencia en la Isla.