Estados Unidos decomisa avión del dictador Nicolás Maduro en República Dominicana y lo envía a Fort Lauderdale

En el día de hoy el gobierno de Estados Unidos decomisó el avión presidencial del dictador Nicolás Maduro en el Aeropuerto Internacional La Isabela en Santo Domingo, República Dominicana y lo envía directamente a Fort Lauderdale en Florida por presuntamente violar las sanciones estadounidenses y otras conductas delictivas que no han sido descritas.

De acuerdo con un reporte de CNN en Español el avión también lo empleó anteriormente Delcy Rodríguez. Según comentaron a NBC6 y Telemundo 51 dos funcionarios del gobierno estadounidense la aeronave actualmente ya se encuentra en el aeropuerto de Florida que se mencionó. La incautación se produce en un momento tenso entre las relaciones bilaterales de ambos gobiernos y forma parte de las investigaciones que lleva a cabo el gobierno de EE.UU sobre la corrupción del gobierno de Venezuela.


El avión es un Dassault Falcon 900EX de fabricación francesa que fue descrito por los funcionarios como el equivalente venezolano del Air Force One. La aeronave de matrícula T7 SPRT en varias oportunidades ha sido fotografiada durante las visitas del mandatario alrededor del mundo, pero en los últimos meses estuvo en el país caribeño.

La incautación estuvo dirigida por diferentes agencias federales del gobierno estadounidense como el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Comercio, la Oficina de Industrias y Seguridad y el Departamento de justicia, las cuales colaboraron estrechamente con el gobierno de República Dominicana quien, además notificó al régimen de maduro sobre el hecho. Los funcionarios norteamericanos explicaron que la incautación pretende enviar una advertencia a la cúpula de Venezuela sobre las consecuencias de la adquisición mediante prácticas corruptas de aviones de procedencia estadounidense.

Añadieron además que el gobierno de Maduro y sus dirigentes estaban saqueando al pueblo para su propio beneficio. «Tienen personas que ni siquiera pueden comprarse un pedazo de pan y luego tienen al presidente de Venezuela viajando en un avión privado de alta gama», destacó uno de los funcionarios. Más de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país decepcionados por la crisis económica política y social y se espera que ya llegue en estos momentos a los 8 millones.

Por ahora las autoridades estadounidenses buscarán la confiscación de la aeronave lo que significa que el gobierno bolivariano tiene la posibilidad de solicitarla de vuelta.

En ese sentido Matthews S. Axerold, subsecretario de Comercio para la Aplicación de la Ley en Exportaciones dijo que el hecho «manda un mensaje claro: las aeronaves adquiridas ilegalmente de Estados Unidos para beneficio de funcionarios venezolanos sancionados no pueden volar, así como así».


«Incautar el avión de un jefe de estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses», dijo uno de los funcionarios a CNN en Español.

En tanto el fiscal general Marrick B. Garland resaltó que el avión se trasladó a Fort Lauderdale porque el gobierno sudamericano la compró ilegalmente por un valor de 13 millones de dólares mediante una empresa fachada y la llevaron a Venezuela para que Maduro y sus dirigentes la emplearan.

Esta no es la primera ocasión que Estados Unidos decomisa vehículos de lujo y otros activos de la dictadura venezolana que van desde caballos pura sangre hasta decenas de vehículos de lujo. Sin embargo, un incidente como este en que se decomisa uno de los aviones de un mandatario extranjero es novedoso. Hace cinco meses la administración estadounidense volvió a poner en práctica las sanciones contra el gas y el petróleo venezolano como consecuencia de la inhabilitación de la candidata a la presidencia María Corina Machado por parte del gobierno de Caracas.

Incluso después de la fraudulenta victoria del líder del Partido Unido de Venezuela (PSUV) el pasado 28 de julio EE.UU mantiene la mira en Venezuela. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller la semana anterior dijo que la negación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a cumplir con los protocolos internacionales y garantizar la democracia con transparencia es una violación inaceptable a las normas jurídicas del país.

Las declaraciones que se divulgaron un mes después de los fraudulentos comicios también denunciaron los intentos del Tribunal Supremo de Justicia, que sirve a los intereses de Nicolás, de aplacar los millones de denuncias y ratificar el anuncio del CNE sobre la victoria del actual mandatario. Venezuela en respuesta destacó que no debe dar explicaciones a Estados Unidos sobre la reelección de Maduro a la presidencia del país.

La situación en Venezuela ha tenido implicación para la política exterior de EE.UU debido a los miles de migrantes que llegan día a día a la frontera sur con México.


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