Recientemente, el Departamento de Estado de Estados Unidos lanzó sus avisos de viajes en relación a tres países del Caribe: Cuba, Jamaica y las Bahamas.
Estos avisos están clasificados en niveles del 1 al 4, según el riesgo que implique para los viajeros estadounidenses. El Nivel 1 supone tomar precauciones normales, el Nivel 2 indica que es preciso tener mayor precaución, el Nivel 3 hace alusión a la necesidad de reconsiderar el viaje y el Nivel 4 sugiere no realizar el viaje.
Dicho Departamento ubicó a Cuba en el Nivel 2 de advertencia, de lo cual se infiere que los norteamericanos que visiten la mayor de las Antillas deben extremar sus precauciones.
Algunos reportes de prensa reflejan que la causa de que el gobierno estadounidense considere a la isla como un destino un tanto inseguro es el incremento de la delincuencia.
Y es que en los últimos años en Cuba se ha registrado una elevada cifra de asesinatos, homicidios y robos con violencia, delitos graves que constituyen una consecuencia de la profunda crisis económica que enfrenta el país.
Precisamente, el año pasado trascendió el asesinato del cubanoamericano Yorjelguis Bolaños Fernández acaecido en la provincia de Mayabeque con el fin de robarle su dinero y su auto. El cuerpo fue encontrado cerca de la Universidad Agraria de La Habana (UNAH) ubicada en el municipio de San José de las Lajas. Este hecho causó gran conmoción en la isla y es un ejemplo fehaciente del incremento de la criminalidad que afecta a la misma.
De acuerdo a lo expuesto por las autoridades norteamericanas, la comisión de delitos menores en Cuba, como hurtos y estafas, constituye un peligro para los turistas estadounidenses y a ello se suma la posibilidad de que ocurran transgresiones más graves como asesinatos y robos a mano armada.
Además, el mentado Departamento recalcó que el personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana debe someterse a un proceso de notificación específico para salir de la capital, lo cual limita su radio de acción para brindar ayuda rápida a los ciudadanos de la nación norteña que estén atravesando situaciones de emergencia en Cuba.
En función de alertar a los nacionales de su país y de contribuir a su seguridad, el gobierno norteamericano compartió varias recomendaciones en caso de que decidan viajar a la isla.
Estas recomendaciones son: mantenerse vigilantes en cuanto a su entorno, no resistirse si intentan robarles, evitar llevar consigo objetos de valor como relojes o joyas costosas y en sentido general no ofrecer señales de poderío económico, así como proceder a su inscripción en el Programa de Inscripción de Viajeros Inteligentes (STEP) en aras de garantizar la recepción de alertas y de facilitar su localización ante cualquier emergencia.
Lo cierto es que cada año viajan a la isla decenas de cubanos con residencia en el territorio estadounidense para reencontrarse con sus seres queridos y si bien la mayoría de las veces regresan ilesos a este país, en ocasiones son víctimas de hechos delictivos, por lo que la adopción de medidas preventivas se erige como la mejor opción para dichos viajeros.