Revocar la ley sanitaria del presidente Barack Obama sin un reemplazo claro podría dejar a casi 30 millones de personas sin cobertura médica, según un estudio publicado el miércoles.
Los republicanos han afirmado que eso no ocurrirá porque están trabajando en una ley de reemplazo para que firme Donald Trump cuando asuma la Presidencia. Sin embargo, la compleja estrategia en dos etapas que está considerando el Congreso, controlado por los republicanos, ha despertado algunas preocupaciones.
El plan es que el Congreso utilice primero un mecanismo especial relacionado con el presupuesto para revocar grandes secciones de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, o ACA, el año que viene.
Esa medida no se aplicaría en meses o años para dar tiempo a los legisladores para escribir una ley que reemplace a la actual.
La nueva ley podría en principio hacer muchas de las mismas cosas que el Obamacare actual, como subvencionar coberturas y proteger a personas con problemas de salud.
Sin embargo, no implicaría tanta regulación federal y eliminaría el impopular requisito de que la mayoría de los estadounidenses tenga seguro sanitario o enfrente multas.
El nuevo estudio advierte que revocar partes importantes de la ley sin un reemplazo claro podría complicar el acceso a cobertura médica a las personas que contratan sus seguros a título particular y no a través de su empleo.
Ese grupo ha crecido de forma considerable con la nueva ley, pero también incluye a millones de otros clientes.
“Para sustituir la ACA… con nuevas políticas diseñadas para aumentar la cobertura de seguros, el gobierno federal tendría que subir nuevos impuestos, reducir gastos de forma considerable o aumentar el déficit”, señala el estudio.
Eso se debe a que los impuestos utilizados para financiar la expansión de cobertura de Obama también se revocarían.
Los republicanos han afirmado que no dejarán que se produzca una situación de caos.