Carlos Alzugaray, profesor, investigador y ex-diplomático cubano, considera que la autoridad política que deriva del legado revolucionario de los hermanos Castro no es transferible.
Alzugaray aseguró que el liderazgo político que los suceda no podrá gobernar el país como lo han hecho hasta ahora ambos gobernantes y señaló que en Cuba es necesario repensar la actual Constitución.
En la entrevista concedida al sitio Cuba Posible, el académico señaló que la sociedad cubana ha cambiado y seguirá cambiando y piensa que la ciudadanía exigirá que se materialice el propósito de Raúl Castro de perfeccionar la democracia, sin embargo criticó la ausencia de una clara definición del Gobierno y del Partido en cuanto al fomento de los espacios públicos de diálogo, deliberación y debate.
El profesor identificó como obstáculo para el desarrollo de Cuba la falta de una cultura cívica de diálogo y deliberación y de tolerancia hacia opiniones disidentes y discrepantes.
Considera que una democracia que se respete no puede prescindir de esta cultura cívica respetuosa y abierta.
En cuanto al debate o deliberación sobre temas estrictamente políticos, señaló que aunque todavía es algo incipiente, el mismo se plantea inevitablemente por dos razones.
“La primera es que no puede haber transformaciones económicas sin una correspondiente mutación política. Esta conclusión no es exclusiva de la concepción marxista de la sociedad. Si se habla de descentralización de la administración, ello significa que hay que repensar la Constitución del país, base de su sistema político», dijo.
El profesor advierte que no hay que temerle a la palabra reforma. Lo que hay en Cuba es una reforma económica, y a esa reforma económica corresponde una reforma política por las razones apuntadas, precisó.
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