Familiares de las víctimas del accidente aéreo que tuvo lugar en mayo del pasado año en La Habana, así como especialistas en materia de aviación han expresado su inconformidad con el informe final del trágico suceso, emitido la semana pasada por el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IAAC), reporta CubaNet.
Ovidio Martínez López, un ex piloto vinculado a Cubana por más de cuatro décadas, ha calificado de «irresponsables» y «poco profesionales» las conclusiones de ese organismo sobre el suceso del 18 de mayo de 2018.
Según Martínez, la versión oficial de los hechos es ofensiva y además «utiliza términos que no se adecuan a unas conclusiones firmes de la investigación de un accidente tan catastrófico».
Para el piloto jubilado, tras un año de investigaciones, referirse a «la causa más probable» y no establecer conclusiones sólidas deja entrever la falta de preparación profesional de los integrantes del IAAC.
En su extensa publicación de Facebook, Martínez aclara que «el informe denota una falta grave de seriedad, de subestimación a los familiares de los accidentados, a los conocimientos y experiencias de los trabajadores de la aviación y una grotesca forma de desviar las responsabilidades del Estado cubano al declarar ‘errores de la tripulación’ en contubernio con la empresa Global Air para que el seguro pague las indemnizaciones».
Asimismo expresa que existen muchos cabos sueltos en lo concerniente a los resultados de la investigación, que resaltan aún más al abordarse como aparente causa del siniestro los problemas de control de peso por parte de los pilotos de la aeronave.
Sobre este punto el especialista detalla que el hecho de que no aparezca en el contrato de arrendamiento si el peso y balance lo hacia la tripulación o lo hacía personal especializado de Estaciones, dispersa demasiadas dudas, y no establece responsabilidades.
Martínez sostiene que con la copia que supuestamente debía tener a la mano Despacho y Control de Vuelo, podía determinarse la posición en que se hallaba el Centro de Gravedad del vuelo, «y con los parámetros de la caja negra determinar si la tripulación ajustó correctamente los compensadores (trimmers), el ángulo de ascenso alcanzado en la trayectoria de despegue, las velocidades», apuntó.
De acuerdo al experto la investigación debería reabrirse, puesto que culpar a los pilotos de toda la tragedia «no es nada elegante» ni profesional.
Un nuevo informe, asevera Martínez, es necesario para reflejar las cuestiones de relevancia, lo que harán «creíble» la investigación llevada a cabo, que debe contener los «aspectos justificantes de las causas que provocaron el accidente y las medidas a tomar para evitar que se repita».
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