Recientemente, la exlocutora cubana Marisela Alfonso Madrigal, quien se encuentra en España desde finales de junio, ofreció una entrevista para el programa de YouTube «Abel en cualquier parte», de Abel Álvarez, en el marco de la cual le confesó que ella decidió salir de Cuba para evitar ser encarcelada, siendo este uno de los puntos centrales del diálogo entre ambos.
La antillana explicó el principal motivo por el que abandonó la isla con base en la siguiente interrogante lanzada por el presentador: «¿Cómo fue esa separación de decirle a tus papás, que ya pasan los 80 años, me voy?».
«Mira, te voy a decir algo, eso es una situación bien dolorosa, bien dura. Yo pienso en eso y se me hace un nudo acá (en la garganta)», contestó Marisela.
La exintegrante de la emisora oficialista Radio Rebelde contó que hace ya algún tiempo sostuvo una conversación con sus padres y durante la misma les recalcó que ella debía dejar el país por «todas las denuncias que yo estoy haciendo contra el régimen y la dictadura de Cuba».
La madre y el padre de Marisela tienen 80 y 81 años respectivamente y ella les brindó dos alternativas de forma tajante, alegando a su progenitora: «Tienes que escoger, o te vas con mi hermano (vive en Estados Unidos) o tu hija va presa».
Asimismo, agregó: «Si yo me quedo aquí voy a ir presa y me vas a llevar las javitas y no me vas a ver. De lo contrario, si yo me voy de Cuba, al menos me vas a ver por WhatsApp, es duro, es doloroso».
En otro momento de la entrevista aclaró que su decisión no era más que un exilio forzoso, afirmando: «Yo me fui de Cuba para no ir presa, para no inmolarme por un pueblo, un pueblo que no es capaz de unirse y ahí me incluyo yo».
Lo cierto es que Marisela dejó de ejercer su profesión y en los últimos años se convirtió en una tenaz opositora del régimen cubano, utilizando sus redes para emitir fuertes críticas hacia este, en particular, a través de su canal de YouTube, La Madrigal.
Haciendo gala de su espectacular forma de expresarse, describió su situación con las siguientes palabras: «Yo digo que yo soy una espectadora que estoy en un cine a oscuras, sentada en una butaca, viendo una película de terror y yo iba contando esa película de terror la cual yo no creé, yo no soy la guionista, no soy la directora, yo soy una víctima de esa dictadura como todos los cubanos».
En sus declaraciones a Álvarez, destacó: «Jamás iba a convocar a un pueblo a hacer lo que yo no hice, porque yo no salí a la calle con una pancarta. Y además que nosotros tenemos una represión, una dictadura, saben que la gente no puede salir como el 11 de julio. ¿Dónde están todos? ¿Dónde están todos esos niños, todos esos jóvenes que además salieron pacíficamente a protestar en contra de esa dictadura y pidiendo a gritos un cambio?».
Teniendo en cuenta su primera experiencia en la nación ibérica, donde reside su único hijo, comentó: «Yo lloro por Cuba, yo lloro por los cubanos, porque cuando llegué aquí el año pasado (España) y yo vi todo esto, dije ‘¿pero qué han hecho con nosotros?’ Nos han robado la vida, nos han robado los sueños, nos han robado la libertad y duele».
El gobierno de la mayor de las Antillas ha recibido múltiples acusaciones en el ámbito internacional por frenar a toda costa la libertad de expresión del pueblo. En medio del caótico escenario imperante, muchos activistas, periodistas y disidentes en sentido general, han alzado su voz en contra de los representantes de la dictadura y han sido víctimas de acciones represivas como acosos, amenazas y arrestos injustos. El orden legal establecido reduce de manera significativa la libertad de prensa y de expresión, un panorama en extremo complejo que ha generado que muchas personas opten por hallar asilo en otros países en aras de poder manifestar sus consideraciones sin miedo a sufrir represalias en virtud de este comportamiento.
Antes de partir de Cuba hace poco más de un mes, Marisela dio a conocer que se separaba de sus padres, quienes aplicaron al programa de parole humanitario y están esperando una respuesta, así como de su suegra que vive en Bolondrón, Matanzas, y de sus dos mininos, «bien cuidaditos», a los que pretende trasladar a su nuevo hogar en cuanto tenga la oportunidad.
En esa ocasión señaló en su perfil de Facebook: «Abandono Cuba y vuelo a mi otra patria, mi madre por derecho genealógico (…) después de darme de baja de la MLA (mi libreta de abastecimiento) o de racionamiento y me río cuando leo en la OFICODA otra más de sus consignas: ‘Nuestra misión es garantizar la canasta familiar de nuestro pueblo contribuyendo a la protección del mismo'».
En enero del presente año contrajo matrimonio en La Habana con Adriana Moenck, con quien mantiene una relación amorosa desde hace más de una década. En el contexto actual, ambas han iniciado una nueva etapa de sus vidas en el mentado país europeo.