En Southwest Eighth Street y 27th Avenue de La Pequeña Habana hay una fábrica de chocolate artesanal, una emprendedora, Carolina Quijano ha hecho el sueño realidad para los fanáticos del chocolate.
“Quiero que cuando la gente piense en el chocolate en Miami, piensen en nosotros”, dijo Quijano.
La mujer de 33 años, ya era adicta al chocolate, cuando viajĂł a ParĂs en 2013 para un trabajo de consultorĂa de administraciĂłn; egresada de la Universidad de Miami, habĂa tomado clases básicas de elaboraciĂłn de chocolate en el cercano Miami Dade College en su tiempo de inactividad. Ella sabĂa lo difĂcil que es derretir, y trabajar con chocolate.
Sin embargo, luego de probar un chocolate caliente suave y aterciopelado en la ciudad de Montmarte, no podĂa dejar de pensar en la idea que se le habĂa ocurrido.
“En el viaje de regreso, estaba absolutamente obsesionada”, confesó.
Mientras trabajaba de forma regular, pasó año y medio elaborando chocolate en su apartamento de 450 pies cuadrados en el Upper East Side.
Cuenta que aprendiĂł algunos trucos del negocio en YouTube, donde otros fabricantes artesanales de chocolate – “un grupo en lĂnea de nerds de chocolate” – – compartirĂan ideas.
Aprendió cómo instalar un extractor de jugos para quebrar los granos de cacao, y a usar una aspiradora de la tienda para separar las semillas de cacao de la cáscara.
Hasta que un dĂa decidiĂł probar suerte, y convertirse en una chocolatera a tiempo completo.
La originaria de Colombia se mudó a Miami, donde viven su madre y su hermano; movió los fusores de Michael y los suministros improvisados de YouTube a un almacén en el oeste de Kendall y comenzó a hacer chocolate.
Visitó granjas de cacao de propiedad familiar para obtener sus granos. La colombiana buscaba calidad, pero también granjas que pagaran a los trabajadores de manera justa y utilizaran métodos sostenibles para cultivar árboles frutales. Cao Chocolate, con sede en Pinecrest desde 2012, con plantaciones experimentales de cacao en Redland, es el único chocolatero que produce chocolates en el sur de Florida.
La chocolatera regresĂł a Miami para hacer chocolates distintos de cada una de las siete granjas en seis paĂses diferentes: Colombia, RepĂşblica Dominicana, Ecuador, Guatemala, HaitĂ y PerĂş.
Quijano puso sus chocolates frente a algunas de las tiendas de dulces más queridas de Miami, como Azúcar Ice Cream y el Salty Donut, y les encantó.
Exquisito’s Chocolate ha ganado cuatro medallas de bronce en la Academia de Chocolate de Gran Bretaña, y esa es una forma de mostrar a La Pequeña Habana que hay espacio para el aroma que proviene de su fábrica de chocolate en medio de las cafeterĂas.
Exquisito Fine Chocolates
DirecciĂłn: 2606 SW Eighth St., Miami
(Con informaciĂłn de Miami Herald)