Este jueves se realizó el sepelio de una niña de ocho años de edad que falleció al ser succionada por una tubería de un hotel en Houston en el estado de Texas. Al decir de los especialistas forenses la pequeña Aliyah Lynette Jaico murió trágicamente el pasado 23 de marzo por asfixia mecánica mientras nadaba en la piscina del hotel «Doubletree by Hilton Houston Brookhollow», momento en el cual desapareció sobre las 4:50 pm y fue arrastrada hacia una tubería según refleja la demanda que presentó la familia contra el hotel.
En una conferencia de prensa que dio el abogado de la familia, Richard Nava de Nava Law Group, el día 26 de marzo dijo: «Su pobre cuerpecito estaba contorsionado, cuando fue succionada 20 pies hacia atrás en este agujero y tubería», quien agregó además que tuvieron que «romper cemento y cortar tuberías para poder sacarla… fue absolutamente horrible».
Después que se denunció su desaparición al día siguiente los equipos de rescate descubrieron su cuerpo cuando visibilizaron su mano en el interior de una tubería de la piscina mediante las cámaras de vigilancia.
Tim Miller quien pertenece al equipo de rescate Texas Equusearch ayudó en la búsqueda, que consistió en drenar el agua de la piscina para acceder al agujero y declaró al diario Hindustan Times que: «Cómo su cuerpo estaba atrapado allí, en realidad cerró la bomba, cerró la succión. Realmente no hubo succión. Su pequeño cuerpo llegó hasta el motor, por lo que la llevó a una buena distancia».
Cuando desapareció la familia no conocía dónde podría estar lo que provocó una búsqueda frenética según expone la demanda que formularon los familiares mediante su abogado que pretende obtener un millón de dólares por muerte por negligencia. Según su abogado el deceso de la menor pudo evitarse. «Estamos buscando justicia para Aliyah porque esto podría haber sido evitable», dijo el letrado.
Lo anterior se basa en que la madre de la menor pidió a la gerencia del hotel que se utilizaran las cámaras de vigilancia para encontrar alguna pista de la niña, pero los directivos del lugar se negaron a hacerlo sin la presencia de la policía. Posteriormente casi una hora después la madre, José Daniela Jaico Ahumada, se comunicó con el 911 para reportar la desaparición de su hija.
Cuando llegaron las autoridades y accedieron a las cámaras del hotel se dieron cuenta que Aliyah se sumergió en el agua y no salió más. La demanda recoge que «Luego se formó un equipo para drenar la piscina y se colocaron cámaras de video en postes de 20 pies para inspeccionar las tuberías cuando se descubrió su cuerpo encajado en las tuberías del equipo de la piscina que funcionaba mal».
En la conferencia Miller también expresó que la función del agujero era bombear agua no succionar y señaló que el cadáver fue retirado del lugar el domingo en la mañana.
Algo similar sucedió hace unos meses atrás cuando un niño de familia cubana se ahogó en una piscina de su propia vivienda en el suroeste de Miami-Dade. Según informes de la policía en la residencia había más familiares del menor que estaba en un corral y logró eludir dos barreras de seguridad antes de caer al agua.
Álvaro Zabaleta, vocero de la policía de Miami-Dade explicó en su momento que era un accidente un poco extraño. «Según la información que tenemos ahora, este trágico accidente ocurrió de una manera muy rara, porque el patio estaba cerrado y el niño estaba dentro de un corral y el familiar que estaba limpiando entró brevemente a la casa», explicó el portavoz Zabaleta.