No es un secreto para nadie que la situación de la vivienda en Cuba constituye una de las principales crisis que tienen que afrontar los cubanos desde hace más de medio siglo. Esta es la historia de una familia que ha vivido en un vagón de ferrocarril en lamentables condiciones durante casi veinticinco años.
En el reparto Pastorita, de la provincia Cienfuegos, en un vagón de carga ferroviaria vive Pedro Luis Montalvo. Este señor no vive solo allí, tiene una familia numerosa constituída por su esposa y un total de ocho hijos.
“Mi situación es un poquito…bastante apreatada, tengo que pedirle a las once mil vírgenes para poder comprarle un par de zapatos a mis hijos. Yo quiero que alguien me diga dónde encuentro un trabajo que me permita darle desayuno, comida y vestir a todos mis hijos”. Montalvo se muestra decidido a desarrollarse en cualquiera que sea el trabajo que le proporcione un salario capaz de solventar las necesidades básicas de su familia, que no solo se alimentan incorrectamente sino que duermen y conviven en algo que dificilmente podrá considerarse un hogar.
Diferentes organizaciones e instituciones gubernamentales han visitado a Pedro Luis y su familia con promesas de solución para tan deplorables condiciones, pero hasta la fecha la situación se mantiene y Pedro Luis sigue sin recibir noticias de tales instituciones.
Por su parte la esposa de Pedro Luis refiere sentirse “engañada” puesto que han sido 24 años en espera de una solución que no llega nunca.
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