El expresidente mexicano Felipe Calderón valoró hoy que al prohibir la entrada al país de altas figuras políticas foráneas, Cuba “hace añicos toda expectativa de que las cosas cambiarían, de que a la muerte de Fidel (Castro) las cosas serían distintas, de que esta nueva relación con Estados Unidos abriría muchas puertas”.
Calderón fue prácticamente bajado de un avión que lo trasladaría a La Habana para participar en un acto en homenaje al fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, cuando arbitrariamente el gobierno cubano le negó la entrada al país.
«Es muy triste, también muy indignante y también muy tonto, y creo que habla muy mal de Cuba”, añadió.
El pasado lunes, La Habana además vetó la entrada a la ex ministra chilena de Educación e hija de un expresidente, Mariana Aylwin, invitada a la misma ceremonia.
El exdirigente mexicano Felipe Calderón arremetió contra el ejecutivo de la isla tras vetarle la entrada a la mayor de las Antillas, en una decisión que calificó de «triste», «despótica», «tonta» e «indignante».
El presidente de México entre 2006 y 2012 alertó que con esta medida la expectativa de que las cosas cambiarían en Cuba se hace añicos».
Horas después de que la compañía Aeroméxico le dijera que no podía subir al avión hacia La Habana para asistir a un acto de homenaje al fallecido disidente cubano Oswaldo Payá (1952-2012), el exmandatario (2006-2012) reveló los detalles del incidente.
El político del conservador Partido Acción Nacional (PAN) explicó por ejemplo que antes de viajar advirtió a la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana de sus intenciones «porque no quería simplemente llegar como si fuera un turista».
Habló tanto con el embajador de Cuba en México, Pedro Núñez, como con el de México en Cuba, Enrique Martínez.
«Uno o dos días» antes del viaje, la subsecretaria de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, María del Socorro Flores, le dijo que el Gobierno cubano estaba «preocupado» por su visita, un acto que calificaba de «impropio o ilegal».
Le manifestó también «que contaba con el apoyo de la Cancillería mexicana» para lo que él decidiera.
«Les insistí en que iba a ir y que iba en son de paz, que sería respetuoso y que no se trataba de un acto de sublevación», añadió.
A juicio de Calderón, «la objeción del Gobierno cubano» es porque en el acto iba a haber «un premio para (Luis) Almagro, secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos)», que «supuestamente tiene muy malas relaciones con Cuba».
Expresó asimismo su inquietud por lo que suceda a Rosa María Payá, hija del disidente desaparecido y presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, que organiza el acto previsto para este miércoles.
Calderón dijo que prefirió no intentar subir al avión poniéndose «necio» porque «iba a generar un conflicto diplomático entre México y Cuba».
«Me parece que ante actitudes tan despóticas y conductas tan ridículamente primitivas, no lo merece», argumentó.
«Es muy triste, también muy indignante y también muy tonto, y creo que habla muy mal de Cuba. Toda esa expectativa de que las cosas cambiarían, de que a la muerte de Fidel (Castro) las cosas serían distintas, de que esta nueva relación con Estados Unidos abría muchas puertas, se hace añicos», abundó.
Subrayó que es la primera vez que a un presidente o expresidente mexicano le sucede algo así, aunque también que ninguno había tratado ir a «una reunión de ciudadanos cubanos que discrepan del régimen de (Raúl) Castro».
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