La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) rechaza el acuerdo entre la MLB y la Federación Cubana de Béisbol por considerar que «perpetúa el dominio que Castro mantiene sobre la vida y derechos de los cubanos», y pide al presidente estadounidense Donald Trump no permitir que el régimen cubano se beneficie del mismo, reporta Martí Noticias.
El Director Ejecutivo de la FHRC, Juan Antonio Blanco publicó en el sitio web de la fundación:
«Si bien el acuerdo entre el comisionado y Cuba fue diseñado supuestamente para eliminar el contrabando de personas, en realidad da al gobierno cubano más control para exportar a su gente mediante un explotador ardid de trata de personas. Este acuerdo empodera al gobierno cubano, no a los peloteros», puntualizan.
«Las Grandes Ligas de Béisbol tienen un desconocimiento fundamental de cómo funciona el gobierno cubano cuando afirman que ‘literalmente la única razón por la que estamos llegando a este acuerdo es para tratar de poner fin al tráfico de jugadores cubanos», añade la nota.
La organización defensora de los derechos humanos recordó que el Gobierno cubano «posee y controla todas las instituciones oficiales en Cuba, incluida la Federación de Béisbol, liderada por un hijo de Fidel Castro, que actuaría como intermediaria para los contratos de los jugadores».
A juicio de la FHRC, la administración Trump debe impedir el acuerdo entre Grandes Ligas y la dictadura, de no hacerlo violaría las leyes nacionales e internacionales sobre trata de personas.
Utilizó el ejemplo de los médicos cubanos que son enviados a cualquier parte del orbe, para que el clan Castro se adueñe del 75% de su salario, y acotó que con los peloteros contratados por equipos de la MLB, con el gobierno de intermediario, no sería diferente. Es válido señalar que Cuba está pidiendo un pago por la formación de cada jugador que sea contratado en Grandes Ligas.
Blanco sentenció que «el régimen de Castro continúa tratando a su gente como mercancía que se puede comprar y vender a su propia conveniencia y capricho».
El pueblo de Cuba «no es propiedad de ningún gobierno», sostuvo. Agregando que un acuerdo como este «sólo valida y perpetúa la atroz política del régimen cubano de tratar a los ciudadanos cubanos como propiedad del estado».
Trump ha revertido muchas de las medidas que propiciaron el acercamiento entre EEUU y Cuba, promovido por su predecesor en la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama, ha dicho que su política es apoyar al pueblo cubano, y negar recursos a los militares. La Federación de Béisbol, como todas las instituciones oficiales en la Isla, es controlada por el gobierno.