¿QUÉ PASA CON LOS JUEGOS EN LA POSTEMPORADA 2018 DEL BÉISBOL CUBANO? ¿Qué cuerpo de lanzadores pondrá el orden?
En cualquier momento, es posible que las “pobres pizarras” de los estadios cabeceras se boqueen de tanto titilar sus bombillitos rojos. Así que, seguramente, en el parque Victoria de Girón le darán una mano en estos días a los focos de las bolas, los strikes y las carreras, pues cualquiera se puede haber fundido. En dos juegos, Alazanes y Cocodrilos pisaron el home en 31 ocasiones, se obsequiaron 23 bases por bolas y esas manos nerviosas cometieron nueve errores…
Ha sido demasiado la alegría de los maderos en apenas tres partidos, si contamos las 16 carreras del choque Las Tunas (9) e industriales (7).
Viendo el caso, no nos queda más que aceptar el oscuro presente de nuestro béisbol en Cuba, y al menos divertirnos con los batazos, antes de dar cabezazos viendo tantas bases por bolas.
De lo ocurrido hasta el momento, aquí están los tres panoramas de los desafíos, con el ‘BUENO’, el MALO y el FEO:
-EL BUENO…
Juego 1 de la Semifinal, Matanzas le gana 7-1 a Granma. No creo posible –y usted seguramente tampoco lo creerá— que un partido de 16 ponches, cuatro errores y diez bases por bolas sea un bueno juego. Pero, en vistas a lo que veremos en esta postemporada del béisbol cubano, será difícil —quizás no, pero eso es lo que muestra el presente— ver que dejen a otro equipo en una carrera. Y, al final, el partido entre Cocodrilos y Alazanes estuvo 4-0 en sus primeras cinco entradas, hasta que el derecho granmense Lázaro Blanco, hizo un trillo de del box al dugout. Del otro lado, el zurdo matancero Yoani Yera tenía el revólver como nunca, y disparó una recta tras otra —algunas le marcaron hasta 96 millas, aunque jamás se vio el dichoso velocímetro en la transmisión—, combinando su cambio y tenedor, para ponchar a diez y hacer alarde de serenidad y supremacía en el montículo.
-EL MALO…
Juego 1 de la Semifinal entre Industriales y Las Tunas. Aquí, tal vez, cabría recordar la canción de Buena Fe, y esta parte que canta Israel Rojas: “La culpa, la maldita culpa… no la tiene nadie”. Pues, para colocar aquí en la categoría de “MALO” a este duelo, no solo podemos mirar como el bullpen de Industriales destrozó en sus manos una ventaja de 7-3 entrando al último tercio.
La nota risible la dejó la televisión, que jamás pudo coordinar los ajustes para que los aficionados disfrutaran del juego desde el inicio. Al final, con la trama latosa de casi cinco horas entre Matanzas-Granma, una transmisión se pegó con la otra y los televidentes terminaron perdiendo cuatro innings desde el ¡playball! del Industriales vs Las Tunas. Para colmo, después del partido que ganaron 9-7 los Leñadores en su envejecido —y más parecido una plaza de toros que a un parque de pelota— estadio Julio Antonio Mella, la historia sigue andando.
Es cierto que en Las Tunas está cayendo prácticamente un ‘diluvio’, pero no es posible que, entre el llueve y escampa, ese terreno esté en tan malas condiciones. Como siempre, la Comisión Nacional está intentando dar la cara como que está haciendo el mayor esfuerzo, cuando lo que debió hacer hacía meses —años, quinquenios, décadas— es reparar los terrenos de juego, que pocos en todo el país tienen el mínimo drenaje suficiente. ¿Cuándo podrán jugar Leñadores y Leones? Bueno, quizás… un día de estos…
-EL FEO…
Los Alazanes le estaban cayendo a palos a Matanzas y ganaban 11-2 su segundo partido de la semifinal… Se jugaba el final de la sexta entrada en el estadio Victoria de Girón —con mucho menos aficionados que en el día anterior—, y un boleto al cuarto bate de los Cocodrilos, Osvaldo Vázquez, inició las lentas acciones del episodio. Luego, entre una molestia del zurdo Ulfrido García con el conteo del árbitro y algunos aficionados calentando sus gargantas con gritos y chiflidos, comenzó la acción que pudo divertida la noche de este sábado. Matanzas ligó en línea tres hits y, después de un ponche de Ariel Martínez —ya ante el primer relevista de los Alazanes, Yosver Zulueta—, un dead ball, tres pasaportes más y un fly de sacrificio de Yurisbel Gracial sacaban chispa en la pizarra, 11-7.
Todavía sucedió más: Raidel Martínez, que relevó a Zulueta, dio paso a Alaín Sánchez, el virtual abridor del Juego 3. Una base más llenó de nuevo el circuito y Yasiel Santoya devolvió un pitcheo manso del refuerzo villaclareño de rolling al left fiel. Dos más a la registradora…, ¡qué va!, tres, después de que Geidy Soler hizo alarde de intenciones de disparar al plato, y jamás bajó el guante. Match 11-11, ¿quién iba a decirlo?, cuando Granma estuvo tan cerca del nocaut con la carrera en las piernas de Raúl González a menos de 270 pies del plato. No obstante, para la tranquilidad del manager Martí, Yulexis La Rosa entró en base por un sencillo y los Santos lo llevaron a tercera con toque y cañonazo. Desde allí, La Rosa cruzó el pantano gracias a la colaboración de su homólogo, Martínez, que dio paso a la rayita del 12-11 con un passed ball.