El clima cálido de Florida y sus hermosas playas no solo atraen millones de turistas al año, sino que reciben asiduas visitas de diferentes especies marinas, entre ellas los temibles tiburones quienes contribuyen a que el estado del sol siga siendo la punta de lanza de los ataques de tiburones de todo el país con la mitad de estos ataques no provocados en el condado de Volusia.
Varios expertos, entre ellos Gavin Naylor, director del programa de Florida para la Investigación de Tiburones en el Museo de Historia de Florida, consideran que el agua más caliente es un factor fundamental para que ellos se acerquen a las costas y tengan contacto con los bañistas. Durante el 2023 el estado fue el que más mordeduras no provocadas registró de acuerdo con el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón del Museo de Historia de Florida. En lo que va del presente año ya se confirmaron cinco de estos ataques en el condado de Volusia.
«No hay mucha gente que vaya a nadar cuando el agua está helada. Por lo tanto, el agua más cálida atrae a más personas al medio ambiente. Dicho esto, algunos tiburones son un poco más activos en el verano que en otros meses del año. Pero es sobre todo la gente la que se ve afectada por el clima cálido», explicó el experto.
Una de las especies que más incidencia tiene en este condado es el punta negra y se consideran los más activos en los ataques. Según Naylor las mordeduras se producen mayormente en las extremidades superiores e inferiores de los surfistas de la zona. En las últimas dos o tres décadas el número de ejemplares no ha cambiado mucho y se alimentan mayormente de peces como el salmonete Menhaden.
Otros de los escualos que más visita la zona es el tiburón tigre que suelen ser más grandes y a la vez mucho más agresivo con sus víctimas ya que tienden a extirpar las extremidades. Estos tampoco han disminuido o aumentado su población en los últimos tiempos, en relación al criterio de Gavin.
Los tiburones toro también se ven nadando en las costas de Florida, aunque su población no es muy conocida en cuanto a números los investigadores siguen de cerca su evolución e interacción con los humanos. «Cuando un tiburón toro te muerde, son bastante tenaces y muy fuertes. Tienen mandíbulas grandes y son muy poderosos. Es uno de los pocos tiburones que, si te muerde una vez, puede que te siga y te muerda en otra ocasión. Así que eso puede ser un desafío», subrayó Naylor.
Datos del Departamento de Protección Ambiental de Florida revelan que anualmente al menos 19 millones de personas llegan a las costas de Florida. Sin embargo, Gavin plantea que entre 10.000 y 100.000 tiburones merodean esas aguas en el año, pero no quiere decir que todos ataquen a los humanos.
«Si los tiburones realmente estuvieran atacando a las personas, tendríamos miles de mordeduras de tiburón todos los días. La verdad es que no. Recibimos entre 15 y 20 por año. Así que los tiburones en realidad están tratando de evitar a las personas», analizó Naylor quien detalló algunas medidas que pueden tomar los bañistas antes de adentrarse al agua.
Explica que cuando las personas se percaten de que hay peces cebo saltando fuera del agua quiere decir que algún animal como el tiburón les persigue para comérselos, por lo tanto no se aconseja nadar ya que o bien puede ser un tiburón o puede ser otro pez depredador como el sábalo. Así mismo resaltó que los humanos deben eludir las zonas donde los pescadores tienen anzuelos o líneas para los peces óseos ya que estos pueden tener sangre que detectan los tiburones a decenas de metros de distancia.
Añade que cuando los peces quedan enganchados en las líneas envían unas vibraciones que también perciben los escualos a metros de distancias bastante considerables. «Lo sienten y vienen nadando alrededor de donde sienten estas vibraciones de los peces que luchan. Pero si estás nadando allí, y todos están revueltos y hambrientos, entonces aumentas la probabilidad de que un tiburón te confunda con un pez óseo», argumentó el científico.
Las joyas y prendas que usan las personas también las distinguen los tiburones y pueden confundirla con el menhaden o un salmonete y, por consiguiente, la persona puede resultar mordida por un tiburón.
Naylor incorpora a sus consejos útiles que si una persona es atacada por un tiburón quienes brinden ayuda deben enfocarse en detener la hemorragia que genera la herida abierta y una vez que haya cortado la circulación sanguínea de la zona afectada avisar del ataque al Archivo Internacional de Ataques de Tiburón.
Una vez que reciben el reporte del ataque es que el equipo de Naylor se dispone a analizar el caso, sacar conclusiones de la especie que atacó al humano y confeccionar un expediente. «A eso le asignaremos un número, lo ingresaremos en el expediente, investigaremos y le daremos seguimiento. Luego observamos las heridas de las mordeduras, tratamos de entender qué especies son las responsables», declaró el científico.