La fetidez proveniente de un basurero y una planta procesadora de residuos en la municipalidad de Doral, en el condado Miami-Dade, está afectando la vida de sus pobladores, según el Nuevo Herald.
De acuerdo con la fuente, las crecientes quejas de los vecinos han hecho que la administración de la ciudad este valorando la compra de dispositivos para medir el nivel de los malos olores, entre las medidas que piensa tomar.
La pestilencia proviene del vertedero de Medley, operado por el Departamento de Manejo de Basura, y del incinerador de Covanta, que cada año quema más de un millón de toneladas de desechos, ambos con licencias para operar por al menos seis años.
Es como una mezcla de huevos podridos y pintura, dice una de las más de mil quejas hechas por la ciudadanía, más del triple de las 293 realizadas en 2014.
William Meredith, gerente de negocios de Covanta, se mostró escéptico y dijo que respecto al hedor “no hay mucho más que podamos hacer que no sea tratar de ser buenos vecinos”.
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