La azucarera fue una de las principales industrias y la mayor exportación de Cuba, con una producción que llegó a alcanzar las 8 millones de toneladas en 1991 antes de que la desaparición de la Unión Soviética condujera al colapso de dicha actividad.
Actualmente, las ganancias de la industria azucarera en Cuba están por debajo de las de sectores como el turismo, las remesas, servicios profesionales, el tabaco, el níquel y los productos biofarmacéuticos.
Según dijo un funcionario de la industria azucarera a la agencia AFP, Cuba no será más uno de los mayores proveedores de azúcar del mundo, lo cual echa por tierra las pocas esperanzas de un sector que vió desmantelar ingenios por todo el país pero más tarde se animó con planes del gobierno para sacar a flote la zafra.
El fallecido exmandatario Fidel Castro escogió el 2002 para iniciar el desmantelamiento de la antigua y principal industria cubana, alegando la pérdida de su principal mercado tras la caída del socialismo soviético. En el 2011 desapareció el Ministerio del Azúcar y todo lo que allí existía pasó a ser el Grupo Empresarial de la Agroindustria Azucarera
Los bajos precios del azúcar en el mercado mundial hicieron firme la decisión de reducir la industria. El 64 % de los centrales fueron cerrados, sus empleados reubicados y las instalaciones desmanteladas.
Hoy sobreviven 54 ingenios. El 60% de la tierra cañera cambió de cultivo o sirve de pasto para el ganado. El peso del azúcar en las exportaciones cayó del 73% de los ochenta a un 13% en 2015.
Y los tiempos en que se aspiró a producir 10 millones de toneladas de azúcar han quedado atrás.
«Aquella situación en que Cuba era el mayor exportador de azúcar, siendo un país tan pequeño, no volverá jamás, ni tiene sentido, ni (lo) pretendamos», dijo a la AFP Rafael Suárez, director de Relaciones Internacionales de la estatal AZCUBA.
La producción actual ronda los dos millones de toneladas, 700.000 de las cuales son para el consumo local. El resto se exporta a China y Rusia.
El funcionario dijo no obstante que «se han hecho esfuerzos, se han mejorado los ingenios, se ha puesto mucho énfasis en la recuperación de la producción de caña».
La industria azucarera cubana entró en las últimas semanas de su temporada con una producción de 1,8 millones de toneladas de azúcar sin refinar, cifra que representa cerca de 20 por ciento más que el año pasado pero que sigue estando por debajo de la meta, reporta la agencia Reuters.
El despacho, que cita a fuentes del monopolio estatal AZCUBA, dice que cuando comenzó la molienda esperaban aumentar la producción en 30 por ciento (unas 500 mil toneladas) respecto a la estimada en 2016, de poco más de 1,5 millones de toneladas de azúcar sin refinar.
Pero el plan de superar los 2 millones de toneladas ha quedado fuera del alcance de la agroindustria a medida que llegan el calor del verano, la temporada de lluvias y la humedad, que reducen los rendimientos y obstaculizan la cosecha.
La zafra azucarera comienza a finales de noviembre, cuando los ingenios empiezan a moler gradualmente hasta llegar a unos 50 en operaciones en febrero. La cosecha termina oficialmente en abril, aunque algunos centrales permanecen abiertos hasta mayo.
(Con información de Martí Noticias)
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