La oleada migratoria existente en Cuba alimentada por la grave crisis económica que atraviesa el país ha contribuido en gran medida a que la isla disminuya considerablemente su población. Este viernes en la Asamblea Nacional del Poder popular que se realiza en el Palacio de las Convenciones de La Habana se dieron a conocer datos interesantes que evidencian cómo población cubana disminuyó en los últimos tres años un 10%.
Juan Carlos Alfonso Fraga quien es el vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) con sede en el municipio Plaza de la Revolución afirmó en el tercer período del parlamento cubano que en la actualidad existen menos de 10 millones de cubanos los que residen en la isla, algo preocupante si se menciona que la «población efectiva» al finalizar el año anterior contaba con 10.055.968 ciudadanos.
Se considera «población efectiva a toda la que, en un año calendario, nació en el país o en otro país, pero reside de forma permanente, acumuló 180 días o más de residencia en el mismo durante los últimos 365 días y no ha fallecido», de acuerdo con la información que brindó el vicejefe de la ONEI.
Fraga señala durante la presentación del proyecto de ley de Migración que a diferencia del cierre del año 2020 el país posee un 10% menos de habitantes lo que refleja una disminución considerable lo cual es algo negativo y un número similar a la población que Cuba tuvo en 1985 cuando llegó a 10 millones de habitantes, lo cual indudablemente impactará en las diferentes tasas de la economía, sociedad etc.
El vice titular de la ONEI no dio detalles de cuándo pudo comenzar este proceso, pero argumentó que el crecimiento natural en la nación no se comporta como se espera mueren más personas de las que nacen y esto provoca un envejecimiento poblacional preocupante.
Hasta el 11 de julio del presente año el estado registró un total de 34.648 nacimientos que significa unas 8.157 personas menos que igual período del año 2023. Esto representa que la natalidad en el país se ha reducido en un 20% si tenemos en cuenta los datos del Ministerio de Salud Pública.
El régimen afirma que estos indicadores demográficos son monitoreados constantemente y se analizan varias políticas estatales para contribuir a reducir los efectos del descenso poblacional. No obstante, hasta la fecha no hay un proyecto que evidencie claramente cómo se va a enfrentar este fenómeno social en la nación caribeña.
En tanto la fuga de personas al exterior en busca de mejores oportunidades de trabajo, económicas y políticas han contribuido a que esta densidad poblacional descienda a ritmos acelerados. En el período que enmarca la evaluación casi 1.005.006 personas abandonaron la isla, lo que demuestra el alto índice de emigración que existe.
Desde hace más de una década el gobierno comunista ha aplazado el censo en el país alegando que no cuenta con los recursos para llevarlo a cabo. Todo parece indicar en el próximo año realizarlo, sin embargo, las condiciones tampoco están creadas para ello.
Alfonso explicó que en el primer semestre del presente año el movimiento en la población cubana se mantiene y es probable entonces que la isla ya cuente con menos de 10 millones de personas, algo que considera puede seguir incrementándose.
A tono con el tema migratorio no hay una exactitud creíble de las cifras que expone el funcionario ante el parlamento que supuestamente representa a los cubanos. Los datos para muchos cubanos no son claros ya que y existen expertos que consideran que después de que se abrió nuevamente la frontera después de la pandemia de covid-19 muchos se fueron y no regresaron, algo que sigue materializándose y es visible si vemos las imágenes en los aeropuertos cubanos.
«Esta disminución poblacional impacta en una u otra dirección (aumentando o disminuyendo su valor) en las tasas del movimiento demográfico y en la totalidad de otros indicadores per cápita en los ámbitos económicos, sociales y ambientales», destacó el funcionario de la ONEI.
Teniendo en cuenta lo manifestado, Juan Carlos recomendó revisar los planes de desarrollo que tiene el gobierno y lograr revertir la situación en esos indicadores, haciendo más hincapié en las provincias centrales de Sancti Spíritus y Villa Clara que son las provincias más envejecidas de la nación.