Funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda en Centro Habana realizaron este miércoles otro intento de desalojo contra Elidiorquis Perdomo Gattorno y sus dos hijos. En esta ocasión violentaron la puerta y las ventanas de su casa, y arrojaron todas las pertenencias de la familia a la vía pública.
Vecina de la calle Príncipe #178, entre Espada y San Francisco, es la cuarta vez que Perdomo Gattorno sufre un incidente de este tipo.
«Todo empezó sobre las 7:00 de la mañana, cuando me rompieron la puerta sin apenas mediar palabra», relató.
«Como me negué a bajar mis cosas, fueron ellos quienes las tiraron en la calle para después subirlas a un camión que nos llevó para un albergue de tránsito en La Habana Vieja, que es la opción obligada que me dan para quedarse con mi casa».
La orden de decomiso de su vivienda, de la cual es propietaria única desde el año 2004, data de junio de 2016 como resultado del encausamiento de su esposo por «tráfico de drogas».
«En esta casa a mi marido nunca le ocuparon ninguna droga. En el registro solo encontraron una pesa que, según la Policía, tenía rastros de marihuana. Eso les bastó para condenarlo a siete años de privación de libertad», señaló.
«Edwin ni siquiera es copropietario de esta casa. No está en el registro de dirección ni en la libreta. Esta casa y las pertenencias de mis hijos y mías no se obtuvieron con dinero de tráfico alguno. Contra mí tampoco existió ninguna acusación, ni fui citada como testigo en aquel juicio», agregó.
«No entiendo por qué intentan quitarme la casa que es mía y de mis hijos», lamentó.
Lester González, un vecino de Perdomo Gattorno, declaró que las autoridades «no tuvieron en cuenta siquiera que su hijo de 12 años es síndrome de Down y tuvo que pasar por todo el espectáculo que armaron los de Vivienda y la Policía».
«Cerraron todo el acceso a la cuadra y no querían que la gente filmara o hicieran fotos porque, según los policías, solo los periodistas están autorizados. Una de las funcionarias de Vivienda llegó a la desvergüenza de decir que en vez de estar grabando tanto lo que tenía que hacer era ayudar a subir las cosas de Elidiorquis al camión».
Las condiciones generales en el albergue de tránsito de La Habana Vieja eran pésimas por las filtraciones y las tupiciones. Según narró Perdomo Gattorno, el cubículo que le asignaron no tenía servicio eléctrico.
«Los vecinos del albergue me dijeron que allí no tenían gas y que cocinaban con hornillas eléctricas, pagando hasta 300 pesos mensuales de electricidad. Al ver aquellas condiciones me negué a que bajaran mis cosas del camión hasta que no viniera alguien del Gobierno con una solución. Pero tras esperar tres horas, las funcionarias de Vivienda y el camionero decidieron irse dejándome mis cosas tiradas en la calle nuevamente».
«Decidí alquilar otro camión y regresé para mi casa, pero allí estaban las funcionarias de Vivienda de La Habana Vieja custodiando que nadie entrara a mi casa, incluyéndome a mí».
Leonel Rodríguez, otro vecino de la cuadra, relató que al llegar del trabajo vio «las cosas de Elidiorquis tiradas en plena calle. Lester se tuvo que llevar al niño para su casa, para que no siguiera viviendo aquello», denunció.
«Sobre las 6:00 de la tarde llegó un patrullero y preguntó a Elidiorquis qué pasaba. Al explicarle, el policía se solidarizó y dijo a las funcionarias que ellas eran responsables de todo aquel espectáculo, y que tenían que resolver el problema. Al parecer se asustaron porque una de ellas, llamada Nancy, le dijo que subiera otra vez sus cosas para la casa bajo su responsabilidad».
Tras este cuarto intento de decomisar la vivienda de Elidiorquis Perdomo Gattorno y sus dos hijos, varios vecinos opinaron que se trata de «una camancola para quitarle la casa y después trapichear con ella».
«Vivo asustada porque sé que contra el Gobierno siempre perderé la pelea. Ya demostraron que no les importan mis dos hijos ni la condición del más chiquito», dijo Perdomo Gattorno.
(Con información de Diario de Cuba)
3 Comentarios