La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) apoyó la posición de Washington ante la crisis desatada por los «ataques acústicos», sin embargo, consideró inapropiada la orientación del Departamento de Estado de que los cubanos viajen a Bogotá para las gestiones de visas y reiteró algunas «soluciones» que había propuesto en declaraciones anteriores.
«Los cubanos necesitan hacer los trámites desde la Isla. No tienen recursos para otra cosa. Su salario promedio es de 29.6 dólares al mes. Como además es sabido la realización de la entrevista no es garantía del otorgamiento de la visa», señala la FHRC en un editorial.
«Hemos instado a esa agencia a que las autoridades correspondientes de EE.UU. opten por una de estas posibles soluciones: o se devuelve el dinero, o las entrevistas son realizadas por Skype desde una embajada amiga, o las realizan, de forma gradual, en el territorio de la Base Naval de Guantánamo».
«EEUU debe hacer un esfuerzo para que los cubanos vean claramente que Washington no desea convertirlos en un daño colateral de este conflicto», consideró la FRHC.
En opinión de la organización, «las medidas tomadas por el Departamento de Estado eran las mínimas posibles y, en realidad, todavía no constituyen sanciones».
«El retorno de la mayoría de sus diplomáticos busca garantizar su seguridad hasta que el gobierno de Cuba asuma su responsabilidad en ese campo. La salida de los diplomáticos cubanos de Washington es una medida de reciprocidad pactada por el acuerdo que establece la simetría en el número de funcionarios que cada parte puede tener de forma fija en la otra», señaló.
(Con información de Diario de Cuba)