Gana el premio mayor de $ 315.3 millones de Powerball, renunciĆ³ a su trabajo y tiene grandes planes

Un afortunado hombre de Nueva Jersey ganĆ³ el premio mayor de $ 315.3 millones de Powerball, renunciĆ³ a su trabajo, planea quedarse en su ciudad natal, pagar sus prĆ©stamos universitarios, costearle a su hija sus estudios en la universidad el aƱo prĆ³ximo, y pagar su casa, que acaba de refinanciar.


Tayeb Souami contĆ³ a ABC News como fue: Ć©l prestĆ³ atenciĆ³n a las instrucciones de su esposa de devolver una botella de jugo de naranja, y se convirtiĆ³ en multimillonario, despuĆ©s de comprar el boleto ganador del premio mayor de $ 315.3 millones de Powerball.

El 1 de mayo, el dƭa del sorteo, el residente de Little Ferry de 56 aƱos, habƭa comprado jugo de naranja por $ 5 en un ShopRite en Hackensack, pero su esposa le dijo que lo devolviera porque estaba a la venta por $ 2.50 en otro lugar.

Souami luego fue al mostrador de atenciĆ³n al cliente, y el letrero de Powerball que decĆ­a $ 306 millones llamĆ³ su atenciĆ³n, relatĆ³.

ā€œMe gusta el nĆŗmeroā€, pensĆ³ para sĆ­ mismo antes de comprar dos boletos con el dinero que le habĆ­an reembolsado del jugo de naranja.

Al dĆ­a siguiente, Souami descubriĆ³ que habĆ­a ganado una abultada suma, pensaba hacer un trabajo en su patio trasero, pero al darse cuenta de que su auto estaba sucio, decidiĆ³ que primero lo lavaran, prosiguiĆ³.


Mientras Souami se detenĆ­a en un semĆ”foro en rojo, se dio cuenta de que habĆ­a una tienda 7-Eleven a su derecha y entrĆ³ a ver sus boletos de loterĆ­a.

El primer boleto escaneado no fue un ganador; el segundo boleto fue ā€œbuenoā€, pero en el escĆ”ner se leyeron las instrucciones para ver al cajero.

ā€œĀæPuedes revisar?ā€ preguntĆ³ Souami. ā€œCreo que su mĆ”quina no funcionaā€, aƱadiĆ³.

El cajero inmediatamente dijo ā€œOh, Dios mĆ­oā€, despuĆ©s de escanear el boleto.

ā€œĀæQuĆ© quieres decir con ‘Dios mĆ­o?’ā€, preguntĆ³ el afortunado.

Cuando el cajero finalmente respondiĆ³, dijo simplemente ā€œgrandeā€.

Aunque Souami es contador, no querĆ­a ver el nĆŗmero todavĆ­a, tardĆ³ dos horas en llegar a casa porque le temblaban las manos. Cuando Ć©l entrĆ³ por la puerta, su esposa le preguntĆ³ quĆ© le llevĆ³ tanto tiempo, y luego comenzĆ³ a llorar al contarle.

Souami confesĆ³ a los periodistas que estaba ā€œmuy emocionadoā€ despuĆ©s de entrar en la conferencia de prensa con una amplia sonrisa en su rostro.

El hombre originario de Ɓfrica, padre de dos hijos y contador, decidiĆ³ tomar el pago en efectivo de mĆ”s de $ 183 millones.


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