Este jueves el gobernador de Florida, Ron DeSantis, rechazó una propuesta destinada a regular los alquileres vacacionales bajo el presupuesto de que la misma fomentaría la «burocracia» entre los funcionarios locales.
Durante años, la Legislatura de Florida se ha enfrentado a disímiles desafíos con motivo del control e inspección de los alquileres a corto plazo, en gran medida porque la publicidad inmobiliaria en plataformas como Airbnb ha alanzado un auge significativo.
El proyecto de ley SB 280 presentado este año, el cual posee una importancia prominente para la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo, republicana de Naples, también fue objeto de controversia con anterioridad, pues su aprobación por el Senado se efectuó a través de una votación de 23-16 y la de la Cámara de Representantes, que tuvo lugar en los días finales de la sesión legislativa, fue igualmente reñida con 60 votantes a favor y 51 en contra.
Los que apoyan los alquileres a corto plazo argumentan que estos constituyen una fuente de ingresos complementaria para los propietarios de viviendas y favorecen el desarrollo del turismo, mientras que sus detractores hacen énfasis en el ruido, la acumulación de basura y las situaciones adversas de tráfico que giran en torno a dichos espacios, donde generalmente los inquilinos incurren en conductas antisociales que afectan la paz y el orden en los vecindarios.
El patrocinador del proyecto de ley del Senado, Nick DiCeglie, republicano de Indian Rocks Beach, escribió un mensaje de texto, alegando: «Este es un tema difícil que tiene propietarios de ambos lados que merecen una voz en el proceso. Trabajamos arduamente para aprobar legislación tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes que tomara en consideración las preocupaciones de todas las partes interesadas. Si bien no estoy de acuerdo con la decisión del gobernador, entiendo sus preocupaciones».
Sin embargo, la alcaldesa de Melbourne Beach, Alison Dennington, juzgó de «maravilloso» el veto realizado por DeSantis.
En declaraciones ofrecidas a The News Service of Florida, Dennington manifestó: «Parece que está reconociendo que debería haber algún registro local, que se nos debería permitir tenerlo, y que esto fue demasiado lejos».
La funcionaria recomendó al gobernador crear un grupo de trabajo para evaluar la problemática.
En tal sentido, comentó: «Me encantaría que formara algún tipo de grupo de trabajo con algunos legisladores y algunos funcionarios locales y algunos funcionarios de construcción, como un grupo de trabajo regional, y tal vez pudiéramos regresar y proponer una mejor legislación el próximo año. Eso haría felices a ambas partes en algunos de estos temas».
El proyecto de ley aborda uno de los temas más complejos durante años e intenta otorgar al estado control sobre los alquileres vacacionales y adelantarse a los gobiernos locales.
La ley actual elimina las ordenanzas o regulaciones locales cuya aprobación se llevó a cabo con posterioridad al 2011, las cuales prohíben los alquileres a corto plazo o establecen la duración o frecuencia de los mismos, suprimiendo los programas de registro implementados por disímiles comunidades costeras como respuesta a la ampliación del uso de plataformas en línea como Airbnb.
El proyecto de ley dejaría a cargo del estado la regulación de los alquileres vacacionales y otorgaría a los gobiernos locales la posibilidad de poseer programas de registro de estos que reunieran un conjunto de requisitos indispensables. La propuesta legislativa podría haber sido «protegido» en las regulaciones establecidas por los condados antes de 2016, aplicadas excepcionalmente al condado de Flagler, lugar de residencia del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Renner, republicano de Palm Coast.
En un texto sobre el veto emitido en el día de ayer, DeSantis señaló que el proyecto de ley evitaría que los gobiernos locales «hicieran cumplir las ordenanzas existentes o aprobaran cualquier nueva medida local que se aplicara exclusivamente a los alquileres vacacionales».
Asimismo, agregó: «Según el proyecto de ley, cualquier medida de este tipo debe aplicarse a todas las propiedades residenciales. El efecto de esta disposición evitará prácticamente toda la regulación local de los alquileres vacacionales, a pesar de que los mercados de alquileres vacacionales están lejos de ser uniformes en las diversas regiones del estado. En el futuro, animo a la Legislatura de la Florida y a todas las partes interesadas clave a trabajar juntas, con el entendimiento de que los alquileres vacacionales no deben abordarse como un problema único para todos».
Lo cierto es que la normativa de alquileres vacacionales generó una confrontación entre dos fuertes agrupaciones de la industria en la etapa anterior a la promulgación del veto de DeSantis.
El proyecto de ley causó una enérgica oposición por parte de las compañías de administración de alquileres vacacionales, los dirigentes de las comunidades costeras y Florida Realtors, un reconocido grupo del sector de bienes raíces, cuyos integrantes exhortaron a DeSantis a que desestimara la iniciativa.
Florida Realtors creó un sitio web con el objetivo de que las personas emitieran sus consideraciones sobre el proyecto, brindando la posibilidad de enviar a la oficina del gobernador correos electrónicos con quejas y sugerencias. En dicho sitio aparece el siguiente texto: «El proyecto de ley no logra un equilibrio justo entre los derechos de los propietarios privados a alquilar su propiedad a corto plazo y la capacidad de los gobiernos locales para regular estos alquileres».
En cambio, la Asociación de Restaurantes y Alojamientos de Florida, otra institución de carácter industrial con grandes influencias políticas, instó a sus miembros a solicitar al gobernador la firma del proyecto de ley.
En una declaración presentada este jueves en horas de la noche, Carol Dover, presidenta y directora ejecutiva de la mentada organización, expresó: «Estamos orgullosos de trabajar con los patrocinadores del proyecto de ley y de que esta importante legislación se apruebe en esta sesión como un marco sólido y el primer paso para la reforma regulatoria en el sector. Estamos decepcionados con el veto del gobernador DeSantis, pero continuaremos con nuestros esfuerzos para trabajar hacia una resolución y garantizar la equidad en toda la industria hotelera de Florida, desde alquileres vacacionales hasta hoteles, para servir mejor a nuestros huéspedes y promover su seguridad».
No obstante, en marzo, Dennington se comunicó con el Servicio de Noticias y afirmó que los alquileres a corto plazo son «una amenaza existencial» para la zonificación unifamiliar.
Al respecto comentó: «Porque tener un mini-motel fingiendo que es una zonificación unifamiliar justo en el corazón de cada calle de una zona unifamiliar no es una zonificación unifamiliar. … Es una empresa comercial. Punto».