En un movimiento significativo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha convocado una sesión extraordinaria del parlamento estatal para el 27 de enero, con el objetivo de implementar medidas que apoyen las políticas de inmigración del futuro presidente Donald Trump. Esta convocatoria se produce en un contexto donde se anticipa que Trump, al asumir el cargo el 20 de enero, emitirá un número considerable de órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración y las deportaciones.
Trump ha manifestado su intención de poner en marcha sus políticas de deportaciones masivas desde el primer día de su administración, lo que implica la necesidad de que el estado de Florida se prepare para gestionar estas medidas. DeSantis ha declarado que probablemente se requerirán modificaciones en la legislación estatal para facilitar dichas deportaciones y asegurar que las acciones no violen las normativas vigentes.
La administración de Trump, en conjunto con DeSantis, busca establecer un marco legal que permita a los gobiernos locales colaborar en la ejecución de redadas y detenciones de individuos con órdenes de deportación. Esto incluye no solo a aquellos con antecedentes delictivos, sino también a personas que, aunque no hayan cometido delitos, se encuentren en situación irregular en el país.
Los residentes de Florida han mostrado un fuerte respaldo a Trump, especialmente en temas relacionados con la inmigración, al considerar que esta se encuentra fuera de control. Por ello, se espera que las medidas que se propongan cuenten con el apoyo necesario para su implementación.
Entre las acciones que se podrían llevar a cabo se encuentran redadas en lugares de trabajo, donde se sospecha que hay individuos indocumentados. Sin embargo, se ha enfatizado que la prioridad serán aquellos que tienen órdenes de deportación final, pero la política no se limitará exclusivamente a ellos.
Ante esta situación, abogados de inmigración aconsejan a aquellos en riesgo de deportación que busquen alternativas legales y consulten con profesionales para explorar opciones que puedan ayudar a evitar una deportación. La preparación es clave, especialmente para quienes ya tienen una orden de deportación firmada.
DeSantis ya ha implementado leyes en Florida que son consideradas de las más estrictas del país en relación con la inmigración. Aunque una propuesta anterior que incluía sanciones por transportar a indocumentados fue modificada debido a preocupaciones legales y sociales, se espera que nuevas legislaciones refuercen aún más el control sobre la inmigración en el estado.
En resumen, la sesión extraordinaria del 27 de enero será crucial para definir el futuro de las políticas de inmigración en Florida y su alineación con las directrices que se espera que Trump establezca al asumir la presidencia. Los próximos días serán determinantes para comprender la magnitud de estos cambios y su impacto en la comunidad inmigrante.
Los residentes y aquellos afectados por estas políticas deberán estar atentos a las decisiones que se tomen y prepararse para lo que podría ser un cambio significativo en el panorama de la inmigración en el estado.
