Antes de fin de mes los cuadros de Ernesto «Che» Guevara, Juan Domingo Perón y otros más, serán retirados del principal patio de la Casa Rosada y serán trasladados al edificio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), donde ahora funciona el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos.
El gobierno de Macri ha intentado explicar diciendo que no constituye una afrenta para nadie, sino que forma parte de un proceso de reordenamiento que dispuso el secretario de Presidencia, Fernando de Andreis.
Según una de las personas encargadas del reordenamiento se resolvió sacar todos los cuadros para no hacer ninguna discriminación.
Se va a mantener toda la colección de cuadros junta, porque fueron donaciones de gobiernos de otros países latinoamericanos, pero en una muestra permanente en la ex ESMA, donde el acceso es abierto para todo el público y serán vistos por más gente», dijo al diario LA NACION un funcionario cercano al mencionado De Andreis, quien añadió que en un futuro «posiblemente se agregarían otros cuadros de próceres argentinos y de otros países no tan emparentados con el ideario kirchnerista».
«En realidad las paredes de los patios y pasillos de la Casa Rosada no deben funcionar como una galería de pintura o muestra de cuadros y menos tan sesgada. No tiene sentido que estén allí», dijo otro de los involucrados en la organización del traslado.
Además de los cuadros de Juan Domingo Perón, el Che Guevara, Eva Perón, Hipólito Yrigoyen y del ex presidente de Chile Salvador Allende, en los patios de la planta baja del palacio hay cuadros de José de San Martín y Simón Bolívar, ambas pinturas donadas por el gobierno de Venezuela; un cuadro del obispo Oscar Romero, de El Salvador, y uno de quien fuera cuatro veces presidente de Brasil, Getulio Vargas, entre otros.
En otros pasillos se encuentran pinturas como la del caudillo indígena Tupac Amaru, la del prócer de la independencia chilena Bernardo O’ Higgins, el uruguayo José Artigas, el caudillo indígena aymara boliviano Tupaj Katari, o el paraguayo Francisco Solano Lopez y Benito Juárez y Pancho Villa, estos dos últimos, donados por México.
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