Médicos cubanos exiliados zarparon en un crucero de EEUU con destino a La Habana y autoridades cubanas no les permiten desembarcar en el país, el día de mañana van a permitir que el barco atraque pero ningún profesional cubano sancionado por lo que el régimen de la Isla llama «desertar» podrá bajarse en su propio país.
«Yo lo que quería era darle un beso y un abrazo a mi mamá», declaró en una transmisión en vivo Yordi Santana, uno de los cubanos que iba a bordo de la embarcación, visiblemente contrariado.
«¿Qué daño le iba a hacer al maldito Gobierno cubano que yo le diera un beso y un abrazo a mi mamá?, cuestionó.
Santana no ve a su familia hace tres años, debido a la sanción que el régimen de la Isla impone a los profesionales que han abandonado misiones en el extranjero.
Manoreys Rojas, otro médico cubano a bordo del crucero tenía la esperanza de volver a ver a sus dos pequeños, sin embargo desde horas tempranas les han hecho esperar una respuesta, y al final ha sido negativa.