El alto diplomático de EEUU, Philip Goldberg asumirá el liderazgo en cuestión de días de la embajada estadounidense en La Habana, luego de que el Gobierno cubano le otorgara la visa.
Esta ha sido una señal de que ambas naciones quieren mantener abiertas las líneas de comunicación, y a su vez las sedes diplomáticas, en los respectivos países, destaca un reporte de la agencia Reuters.
Goldberg asumirá su cargo, después de que EEUU retirase a la mayor parte del cuerpo diplomático de la Isla, tras la crisis generada por los controvertidos ataques acústicos que perjudicaron la salud a 24 diplomáticos norteamericanos.
El originario de Boston que fue designado por el presidente Donald Trump sería el oficial del Servicio Exterior de Estados Unidos de mayor rango que se desempeñaría como encargado de negocios en la capital cubana.
El futuro jefe de la sede diplomática estadounidense en La Habana ha servido previamente como embajador en Filipinas, jefe de la misión estadounidense en Kosovo y secretario de Estado adjunto para Inteligencia e Investigación.
Hubo incertidumbre en cuanto a que el régimen cubano aceptara, y diera visa a uno de los diplomáticos más profesionales y veteranos estadounidenses, debido a que Goldberg fue expulsado como embajador del aliado de Cuba, Bolivia, en 2008, cuando el presidente Evo Morales dijo que estaba “fomentando el malestar social”, dichas acusaciones fueron “infundadas”, dio a conocer el Departamento de Estado.
Como parte del deshielo inaugurado por el ex presidente Barack Obama con Raúl Castro, ambos países restablecieron las relaciones diplomáticas en 2015, tras décadas de enemistad, lo que propició que elevaran sus secciones de intereses al rango de embajadas, aunque la sección consular de Washington en La Habana no está dirigida por un embajador, sino por un encargado de negocios al frente de la diplomacia.
Obama nominó a Jeffrey DeLaurentis, un diplomático de carrera con amplia experiencia en Cuba, para servir como embajador, pero no obtuvo un voto en el Senado de los Estados Unidos. DeLaurentis renunció en julio de 2017 después de completar su cargo de tres años.
(Con información de Cubanet)