EEUU no extenderá el estatus del parole humanitario una vez que su plazo finalice, dio a conocer ayer viernes, la administración de Joe Biden, recogió CiberCuba.
La medida complica la situación de medio millón de migrantes, que se ven obligados a buscar medios legales para quedarse en el país, o podrían enfrentarse a una deportación próximamente.
Para los primeros venezolanos que llegaron a Estados Unidos a través del parole humanitario, el mismo vence a fines de octubre, mientras para los cubanos, nicaragüenses y haitianos el mismo expira en enero de 2025.
La actualización de la web del DHS detalla que el «parole terminará automáticamente al final de su período de libertad condicional (hasta dos años desde el día en que recibió parole en Estados Unidos). Si no ha solicitado un estatus legal o un periodo de estancia autorizada, tendrá que salir de Estados Unidos antes de que expire su período de parole, o puede que se le someta a un procedimiento de expulsión», aclararon.
«Si no se le ha concedido un estatus legal o un período de estancia autorizada, puede comenzar a acumular presencia ilegal en Estados Unidos», agregaron.
Los permisos expiran al término de su libertad condicional, y aunque se seguirán aceptando nuevas solicitudes para el parole, los mismos otorgarán solamente una protección de dos años máximo, sin que se puedan renovar después.
De este grupo de migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, los cubanos son los únicos que cuentan con la gran ventaja de solicitar una residencia permanente tras 12 meses residiendo en EEUU, bajo el amparo de la Ley de Ajuste Cubano de 1966. Sin embargo, para venezolanos y haitianos la única salida inminente es acogerse al Estatus de Protección Temporal (TPS), pero esto solo aplica para los que llegaron antes del 4 de junio y el 31 de julio de 2023.
Mientras que para los nicaragüenses el panorama luce aun peor, ya que no son elegibles para el TPS, y solo tienen la vía de solicitar asilo.
Organizaciones defensoras de los migrantes, esperaban que Biden extendiera el programa, ya que de acuerdo a estadísticas desde que entró en vigor esta medida, los cruces irregulares desde Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela, se han reducido en más de un 90%.
A fines de agosto de 2023, unos 530.000 migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití habían podido llegar a residir a Estados Unidos, gracias a esta política, de ese total 110.000 eran cubanos, 93.000 nicaragüenses, 117.000 venezolanos, y 210.000 haitianos, reveló en aquel momento el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés).