Cuba enfrenta una severa sequía que tiene a sus embalses en un tercio de su capacidad mientras trata de gestionar el abastecimiento de agua a la población con infraestructura de décadas de antigüedad y tapar salideros que provocan desperdicio del líquido.
Autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) de la Isla comparecieron una vez más el miércoles en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana para explicar lo que calificaron de una situación desfavorable a nivel nacional, reportó la AP.
«Actualmente estamos realizando perforaciones de pozos a mayor profundidad. También se implementan acciones para la reutilización del agua en las plantas de tratamiento de residuales y la captación de agua de lluvia», dijo Inés María Chapman, presidenta del INRH, quien indicó que se estudia extender el uso de desalinizadoras de agua de mar para obtener líquido apto para consumo humano.
La funcionaria indicó que actualmente el 45% del agua que se bombea se pierde, una disminución a partir del porcentaje de 2010 cuando se desperdiciaba el 55%.
«Se estiman pérdidas de unos 3.400 millones de metros cúbicos anuales por ineficiencia en el funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura hidráulica construida», manifestó.
La Isla atraviesa una sequía a partir de la modificación de los regímenes de lluvias acaecido en las últimas décadas y que no pudo ser contrarrestado ni con la llegada, en épocas de verano, de los aguaceros asociados a los ciclones y tormentas tropicales.
Según Chapman los embalses se encuentran en 38% de su capacidad y hace solo un mes estaban al 40%.
Cuba cuenta con 2.300 acueductos, 23.000 kilómetros de redes, 2.800 estaciones de bombeo, unas 70 plantas potabilizadoras y más de 2.000 estaciones de cloración. Unos ocho millones de cubanos reciben agua a través del sistema de acueducto y alcantarillado.
Sin embargo, no es difícil encontrar calles con pérdidas y son abundantes las quejas de los vecinos de las ciudades más grandes del país por la falta del líquido.
Para los funcionarios las localidades con mayores problemas son precisamente La Habana, con sus dos millones de habitantes, y la oriental ciudad de Santiago de Cuba.
(Con información de Diario de Cuba)
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