Un preso político cubano retenido en la provincia de Pinar del Río, en la prisión de Kilo 5, estaba supuesto a salir en libertad pero las autoridades cubanas le han negado la misma.
El pasado 30 de noviembre Emeregildo Duvergel culminó su sanción de cuatro años por el delito fabricado de “atentado” y las autoridades debieron liberarlo. Sin embargo, se negaron, ante el argumento de que nuevamente estaba acusado de atentado y tenencia de psicofármacos.
Duvergel quien es miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de Cuba Decide, ahora pide su libertad a través de una huelga de hambre.
“Él le dio unas aspirinas a otro preso, recordemos la falta de medicamentos que hay en todo el país, sobre todo en las prisiones, y un carcelero lo acusó de repartir carbamazepina. Ese mismo guardia lo acusó también de atentado. Estamos en presencia de otra injusticia, no sería la primera vez que se niegan a liberar al preso porque no les conviene en la calle o por represalia a su postura firme dentro de la prisión”, declaró a CubaNet Zaqueo Báez Guerrero, miembro de la dirección de UNPACU y promotor de Cuba Decide.
Báez añadió que el propio preso entregó sus pastillas para que fueran analizadas y corroboraran que eran aspirinas, pero no fue suficiente para que dejaran libre a Duvergel.
Este no es el primer caso en que un preso político tiene que permanecer en prisión luego de cumplir su condena. Los activistas políticos son los más vulnerables en las cárceles cubanas, desde donde denuncian cientos de injusticias.
La UNPACU tiene actualmente más de medio centenar de sus miembros sancionados por motivos políticos, aunque las condenas sean enmascaradas como delitos comunes.
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