Ocho migrantes cubanos se encuentran en huelga de hambre en el Centro de Detención de Inmigración (IDC) de Islas Caimán, según corroboró el gobierno.
Suzette Ebanks, jefa de información del gobierno caimanés, envió una nota oficial a Martí Noticias, donde explica que los migrantes cubanos iniciaron una protesta pacífica a fines de la semana pasada, vinculada a sus procesos migratorios.
«El 15 de enero de 2019 un grupo de 8 cubanos rehusó comer después de una protesta pacífica que comenzó a fines de la semana pasada en relación con el proceso migratorio, reclamo a acceso a abogados gratuitos y bilingües, y su libertad. El jefe interino de Inmigración, Garfield Wong, se reunió con los migrantes el jueves pasado (10 de enero) y se comprometió a abordar sus inquietudes. Otras reuniones serán programadas con Inmigración y otras agencia», escribió la funcionaria.
«Tan pronto como los migrantes se negaron a ingerir alimentos, el Servicio de Prisiones, responsable de su cuidado y custodia, implementó sus protocolos para tales situaciones. Estos incluyen vigilancia cercana y exámenes médicos por parte de personal de la Autoridad de Servicios de Salud», añadió.
Los antillanos, 7 hombres y una mujer llegaron a ese territorio británico en septiembre de 2018 procedentes de Bayamo, provincia Granma.
En una declaración grabada en vídeo y enviada a la redacción del medio de prensa miamense, los migrantes hicieron saber que desde el 15 de enero se han declarado en huelga de hambre.
Los cubanos denuncian irregularidades en sus procesos migratorios, y la negativa de asilo de Islas Caimán.
La máxima del grupo, es que ellos no son emigrantes, sino refugiados, los antillanos también se quejan ante las requisas exhaustivas para retirarle los teléfonos celulares, y del impedimento para divulgar lo que sucede dentro del centro de detención.
Ebanks confirmó en la nota oficial, el decomiso de cinco teléfonos celulares, a inicios de esta semana, las autoridades alegan que la incautación se debe a «razones de seguridad y protección», y añade que «todos los ocupantes
del IDC pueden hacer 10 minutos de llamadas telefónicas a la semana desde un teléfono fijo, pero pueden recibir llamadas las 24 horas del día».
No obstante, los oficiales de inmigración y de prisiones aseguran estar trabajando para resolver el asunto lo antes posible, conscientes de la naturaleza pacífica de la protesta de los cubanos.