Los visitantes del Deering Estate, uno de los museos más emblemáticos de Miami que muestra lo mejor de la arquitectura histórica y el entorno natural del sur de Florida, vivieron una experiencia memorable tras disfrutar de la presencia de un grupo de delfines que arribaron a los muelles de este encantador lugar.
La belleza de la naturaleza y la magnificencia de la historia confluyeron de manera perfecta para crear un escenario absolutamente mágico.
Los presentes se apresuraron para captar con sus cámaras las imágenes del espectacular momento, las que posteriormente fueron publicadas en el perfil del museo en Instagram, con el objetivo de aportar evidencias sobre este singular suceso para el deleite de otras personas.
La propiedad fue adquirida en 1913 por Charles Deering, hermano del fundador del Vizcaya James Deering. Abarca 320 acres que han albergado 10,000 años de ocupación humana casi continua, incluidos refugios paleoindios y asentamientos de tequestas, una tribu americana que existió hace 2000 años.
Luego de retirarse de la Marina este hombre, de un gran espíritu aventurero, hizo de dicha región su guarida de invierno, sin sospechar que la misma se convertiría en un referente para la historia y la arquitectura estadounidenses.
Recorrió varios países del mundo y se dedicó a coleccionar obras de arte y piezas de decoración. Para la edificación de su hogar contrató los servicios de un arquitecto de Filadelfia, quien instaló incluso un elevador en su interior, valiéndose del desarrollo alcanzado en esa época, y creó una biblioteca, que el empresario ocupó con numerosos libros en distintos idiomas.
La finca contiene artefactos históricos y una colección artística con obras de insignes maestros como El Greco y Velázquez, siendo valorada esta última en más de 60 millones de dólares en el año 1920.
Su riqueza histórica y cultural ha propiciado que políticos y activistas de Florida emprendan acciones dirigidas a su conservación en aras de que las futuras generaciones puedan acudir a este maravilloso lugar, inscrito en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 1986.
Actualmente, la propiedad pertenece al estado de Florida y sus puertas están abiertas tanto para residentes locales como para turistas por un costo asequible. Además, es utilizado para la celebración de bodas y otros eventos exclusivos, exhibiciones de arte, recorridos y clases que se ofrecen durante todo el año acerca de la preservación de especies y protección de las artes.
Esta institución permite a sus visitantes viajar al pasado y descubrir elementos sumamente interesantes de otras épocas, a la vez que garantiza el contacto con la flora y la fauna local. El avistamiento de los delfines pone de relieve que es un sitio lleno de encantos y de obligada asistencia.