Un total de 16 balseros cubanos fueron rescatados por la Guardia Costera de los Estados Unidos en su intento por arribar costas de Cayo Hueso en una embarcación en condiciones deterioradas. Según confirmaron las autoridades encargadas los antillanos se repatriaron a la isla como parte de los acuerdos migratorios.
En un comunicado de prensa de la institución pública «un buen samaritano» comunicó a las autoridades del sector de Cayo Hueso el domingo sobre las 9:30 am sobre el avistamiento del bote confeccionado artesanalmente de poli-espuma y madera. Expone el texto que tanto la Guardia Costera como sus socios de la Fuerza de Tarea de Seguridad Nacional del Sureste mantendrán la vigilancia tanto por aire como por mar para «disuadir a los migrantes de intentar ingresar ilegalmente a los EE. UU. por mar».
El teniente Matthew Miller del Séptimo Distrito de la Guardia Costera aseguró que las fuerzas están comprometidas por hacer cumplir las leyes migratorias.
«La misión principal de la Guardia Costera es preservar la vida humana en el mar», explica Matthew. Añadió, además que «el entorno marítimo es inherentemente peligroso. La Guardia Costera y nuestros socios de HSTF-SE están comprometidos a prevenir viajes inseguros en el mar y a hacer cumplir las leyes y regulaciones de inmigración de los EE. UU. No te lances al mar».
Detalla el texto que los guardacostas desde que comenzó el año fiscal 2024 el pasado 1 de octubre han repatriado a Cuba unos 348 balseros que intentaron ingresar a territorio estadounidense ilegalmente.
El pasado sábado la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP) llevó a cabo el rescate de 14 migrantes cubanos que desembarcaron en el Parque Nacional Dry Tortugas en otra embarcación rústica, según informó el representante de la USBP en el sector de Miami, Samuel Briggs II. En un escrito en la cuenta de X el oficial comentó: «Estos viajes a bordo de embarcaciones caseras en mares agitados son peligrosos y potencialmente mortales».
De igual forma la semana pasada en tres operaciones de rescate interceptaron a 101 migrantes irregulares en aguas jurisdiccionales de Puerto Rico, lo que eleva el número de migrantes capturados en el Pasaje de la Mona a 932 en el año fiscal actual. Los migrantes capturados eran procedentes de república Dominicana, Haití y Venezuela.
Estas detenciones de cubanos en alta mar suceden a pocas horas de las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y EE.UU. en Washington que tendrán como plato fuerte el tema migratorio.
El pasado mes de noviembre una delegación de funcionarios norteamericanos visitó la Habana para el segunda de este tipo de encuentros del año 2023. En esa ocasión se ventiló el éxodo masivo de cubanos a través de Nicaragua y se reiteró el esfuerzo que está realizando el gobierno norteamericano de conjunto con otros de la región e incluso con distintos actores del sector privado para poner fin a la migración irregular por esta vía.
Esta ronda de conversaciones culminó sin avances significativos, el gobierno antillano instó a su par norteamericano a devolver a todos los migrantes que llegan a sus fronteras de forma irregular y cumplir los acuerdos bilaterales íntegramente. A juicio del viceministro de Relaciones exteriores cubano Carlos Fernández de Cossío, los EE.UU. admite a muchos más migrantes cubanos que de otras nacionalidades, promoviendo el estímulo para los que pretendan emigrar, al respecto expresó: » Al aceptar a la mayoría de los que llegan, incumplen los acuerdos bilaterales».
Estados Unidos por su parte destacó en un comunicado que «estas conversaciones también son coherentes con nuestro interés de fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba».
Por aquellos días un portavoz del Departamento de Estado explicó que el responsable del éxodo masivo de Cuba hacia la nación norteña es el propio gobierno cubano, con su manifiesta incapacidad para resolver los problemas económicos de la isla, cuya población permanece sumida en la miseria, hecho que ha ocasionado entre los cubanos una total inseguridad en cuanto a la viabilidad del sistema social imperante, siendo la emigración la solución más recurrente para huir del régimen.