La Guardia Costera estadounidense este martes repatrió un grupo de siete balseros cubanos que interceptaron en el mar mediante dos operaciones de rescate en los cayos de la Florida. En un comunicado de la USCGS Southeast en X señalaron que una de las embarcaciones estaba a punto de hundirse antes de que los agentes llegaran a salvarlos.
“La tripulación del cúter de la USCG Paul Clark repatrió a 7 migrantes a Cuba, el martes, tras dos interceptaciones separadas de migración marítima ilegal frente a los Cayos de Florida. Una embarcación de migrantes se estaba hundiendo cuando las tripulaciones llegaron al lugar”
Hace aproximadamente una semana atrás devolvió a otros 19 balseros mientras intentaban arribar a territorio norteamericano en determinados momentos y lugares cercanas a la Florida, lo que refleja el desmedido intento de migrantes cubanos de arriesgar sus vidas en alta mar para huir de la crisis económica cubana y los males que vive la sociedad cubana.
En correspondencia las autoridades estadounidenses encargadas de velar por la seguridad de sus fronteras mantienen estricta vigilancia principalmente en los puntos de mayor incidencia y salvar la vida de las personas que persisten en emplear estas rutas en embarcaciones artesanales para llegar a Estados Unidos.
De igual forma la administración de Joe Biden en reiteradas ocasiones ha dicho que los balseros que intenten llegar al territorio nacional y la Guardia Costera u otra agencia lo intercepte serán devueltos a su país de origen y no podrán entrar al país en un período menor de cinco años, así como no podrán solicitar asilo político y en los casos más complejos podrían enfrentarse a procesos legales.
Un total de 714 migrantes irregulares se deportaron a Cuba por vía aérea mediante 15 vuelos a La Habana desde que se restablecieron estas operaciones entre Cuba y EE.UU, una parte de ese total pertenece a balseros interceptados este año.
En el pasado mes de mayo 7.491 balseros llegaron a territorio estadounidense por vía marítima según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), los cuales se incluyen dentro de la cifra global de los que entraron en el mes de mayo que fue de 18.988 personas.
La ola migratoria más grande de la historia de Cuba no parece tener fin. Cientos de personas salen de la isla con destino a Nicaragua y otros países sin intensiones algunas de regresar. Prefieren vivir lejos de su tierra natal por la falta de oportunidades estudiantiles y laborales que muestren un futuro provechoso para sí mismos. Todo ello a pesar de tener que estar lejos de la familia y las costumbres sociales de los cubanos.
Desgraciadamente una de las vías que optan los cubanos para llegar al país de las oportunidades es precisamente marítima. Cada día se interceptan antillanos escapando de la isla en embarcaciones rústicas y carentes de estructuras fuertes capaces de soportar las inclemencias del tiempo, así como la falta de conocimientos marítimos que les permita llegar al menos vivos a su destino.
La semana anterior la justicia norteamericana puso tras las rejas a una cubana acusada de estar involucrada de contrabando de balseros cubanos que perdieron la vida en el año 2022 y que conmocionó a muchos compatriotas. Yaquelin Domínguez-Nieves de 25 años de edad y residente en Sebring enfrenta diez cargos de contrabando de extranjeros.
El fiscal federal para el Distrito Sur de Florida, Markenzy Lapointe, explicó sobre las consecuencias poner en riesgo la vida de las personas. «Las empresas de tráfico de personas ponen en riesgo la vida de migrantes en aras de obtener ganancias. Los traficantes de personas se aprovechan de las esperanzas de los inmigrantes de una vida mejor. Trágicamente, las hazañas de los contrabandistas representan un grave peligro», dijo el letrado en declaraciones.