Este lunes se llevó a cabo la repatriación a Cuba por parte del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos de dos balseros que pretendían arribar la semana pasada a los Cayos de Florida, siendo interceptados antes de llegar a su destino.
El Distrito 7 de la Guardia Costera (USCG) compartió a través de X un comunicado que revela que los migrantes devueltos fueron » interceptados en un intento de migración marítima irregular e ilegal detectado por una tripulación de CBP AMO [Operaciones Aéreas y Marítimas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza] al sur de Marathon, el 20 de agosto».
Si bien el comunicado no ofrece muchos detalles, es posible que los dos antillanos navegaran a bordo de una embarcación descubierta ese día, alrededor de 58 millas al sur de Marathon, según lo expuesto en otra nota divulgada en la mentada red social por la USCG el anterior viernes 23 de agosto, la cual señala, además, que se efectuaron varias operaciones de búsqueda y detención, así como la devolución de 41 migrantes a la isla.
Es válido destacar que la USCG asoció la nota de este lunes con la de las acciones de interceptación, por lo que se supone que entre ambos hechos existe algún tipo de conexión.
Lo cierto es que el éxodo masivo de cubanos hacia Estados Unidos no parece tener fin, al menos a corto plazo y ello responde a la aguda crisis económica imperante en la isla que ha generado un incremento alarmante de la pobreza, por lo que muchas personas optan por realizar peligrosas travesías tanto marítimas como terrestres en aras de ingresar a territorio norteamericano y aprovechar así las oportunidades de desarrollo tanto personal como profesional que su país no les ofrece con el fin último de procurarse un futuro mejor y de ayudar a sus familiares.
El pasado lunes agentes de CBP y USCG protagonizaron el rescate de cinco balseros cubanos en el sureste de Port Everglades, quienes permanecieron siete días en altamar sin un rumbo fijo.
El estado de salud de los antillanos sufrió cierto deterioro y todos presentaban síntomas claros de deshidratación y cansancio tras su prolongada exposición al sol y su esfuerzo continuo por luchar contra el ímpetu del mar, de ahí que tuviesen que recibir asistencia médica.
Dichos balseros formaron parte del grupo de 41 migrantes que las autoridades estadounidenses retornaron a la mayor de las Antillas el pasado viernes.
Otro suceso que trascendió y que causó gran consternación en Pinar del Río fue el naufragio en julio de una lancha a bordo de la cual viajaban 11 personas que trataron de huir por esta vía de la nación caribeña.
En correspondencia con datos extraoficiales, solo lograron sobrevivir dos hombres y fue encontrado el cuerpo de una joven identificada como Ana Elis Gazquez Vargas, de 20 años, residente en Consolación del Sur. A pesar de la magnitud del caso, las autoridades cubanas no emitieron pronunciamiento alguno sobre el mismo.
De acuerdo al informe mensual de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza correspondiente a julio, ese mes entraron a la nación norteña 15,645 cubanos. De dicho total llegaron a Florida 4,918 migrantes y la mayor parte de ellos lo hizo por vía marítima.