Los padres de Paloma, la bebé de apenas dos años que murió en Cuba luego de que se le administrara una vacuna, hablaron desde México a donde huyeron por amenazas de prisión en la isla.
Yaima Caballero y su esposo Osmany Dominguez recibieron fuertes presiones por parte de la seguridad del estado para que no continuaran denunciando el caso.
«A mi hija la mataron, la asesinaron. Lo voy a seguir diciendo todos los días(…)», dijo Yaima a AmericaTeVe en una entrevista exclusiva.
Yaima relata que agentes de la seguridad del estado les dijeron que ellos sabían que estaban haciendo esas denuncias, que era un crimen estar haciendo falsas acusaciones y «que los crímenes se pagan con la cárcel».
La pequeña Paloma murió el 9 de octubre y según sus padres las autoridades esperaron 72 horas para hacer público su fallecimiento. Pasado un mes de su muerte aseguran que nadie se les acercó a darles noticia de la supuesta investigación que están llevando a cabo.
«Nadie se nos acercó a nada», dijo el padre de Paloma.
Cuando tomaron la decisión de marcharse de Cuba el pasaporte de Osmany estaba expirado y aunque le dijeron que demoraría 20 días en estar listo, al segundo día le llamaron para entregárselo como para que se marcharan lo antes posible.
Ambos padres aseguran que continuarán denunciando en redes sociales la muerte de Paloma hasta obtener una respuesta de que fue lo que sucedió con su hija.
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