Alina López Miyares, cubanoamericana presa por espionaje desde el año 2017 en La Habana, su único hijo, Michael Peralta de 32 años de edad, hizo un llamado urgente a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos pidiendo la liberación inmediata de su madre por razones humanitarias:
“Aunque está en libertad condicional, mi madre se encuentra en una situación muy difícil, ha sufrido mucho y su salud está quebrantada… Seis años de prisión han sido demasiado para una mujer que ha perdido a sus dos padres sin poder despedirse de ellos”
El joven pidió un gesto de clemencia a las autoridades cubanas para que permitan que su madre asista al sepelio en Estados Unidos de Alina Miyares, su madre que falleció en septiembre y sus cenizas serán depositadas por propia voluntad en un cementerio de Nueva Jersey, en una ceremonia privada el próximo 27 de diciembre.
Al morir Miyares, madre de Alina López, las autoridades estadounidenses gestionaron la posibilidad de que ésta viajara a Miami para darle el último adiós, pero el régimen cubano le negó el permiso alegando la obligatoriedad del cumplimiento de la sanción en el país por motivos de seguridad nacional.
“Es una gran injusticia”, “Mi madre no pudo ver más a mi abuelo y sería muy doloroso que tampoco pueda estar en esta ceremonia la semana próxima para enterrar a mi abuela”, dijo Peralta, hijo de la prisionera en Cuba.
En el mes de marzo Peralta, residente en Los Ángeles, se mudó para el apartamento en Miami Beach de su abuela que se encontraba enferma para cuidarla hasta su fallecimiento.
Juan Francisco López Vasconcelos, padre de la prisionera, murió a la edad de 97 años en el 2019 cuando su hija cumplía el segundo año de prisión en la isla, según la familia la situación de la hija le afectó considerablemente su salud.
En el mes de julio, el Tribunal Militar Territorial Occidental de La Habana le concedió la libertad condicional a López, teniendo en cuenta su buen comportamiento en prisión y sus padecimientos de salud. No obstante debe permanecer en Cuba hasta el 2030, cuando termine su condena de 13 años, sin opción de salir del territorio nacional, ni recibir un pasaporte.
“Doy gracias a Dios de que pudo salir del encierro de un campamento y ruego por que esté bien y siga saludable”, expresó Peralta. “Desde aquí todos los meses le ayudó para pagar la renta y comprar comida, pero es un problema porque en Cuba no hay nada y pasa trabajo para conseguir los alimentos”
La petición de Peralta para que su madre viaje a Estados Unidos también fue dirigida a la administración de Joe Biden, pues considera que su madre no ha sido liberada por falta de una gestión de prioridad de política exterior.
En su planteamiento pone como ejemplo el reciente canje de prisioneros entre Washington y Moscú que posibilitó la liberación de la estelar basquetbolista estadounidense Brittney Griner a cambio del traficante de armas ruso Viktor Bout.
“Estoy decepcionado”, “No entiendo que haya que ser famoso para ser prioridad para este país en una gestión de intercambio de prisioneros… Me alegro por Griner, porque no deseo el sufrimiento de nadie, pero ella cometió un delito común en Rusia y cambiarla por un terrorista cuando hay un ex marine que ha estado cuatro años preso en Rusia [Paul Whelan] no me parece justo”.
Su madre, dijo Peralta, es una profesora ciudadana estadounidense, que a pesar de no ser ‘famosa’ aportó numerosas contribuciones a causas sociales y humanitarias en este país.
“La forma en que ha actuado este gobierno no me permite tener esperanzas de ver llegar a mi madre a Estados Unidos antes de 2030”