Osmel Martínez Azcue, comenzó a sentirse enfermo luego de regresar de un viaje de trabajo a China, y decidió ir a evaluarse al Jackson Memorial Hospital sin sospechar la factura que recibiría apenas dos semanas después.
De acuerdo a un reportaje del Miami Herald, Azcue acudió al hospital con su seguro médico, el cual tiene una cobertura muy limitada. En el hospital lo instalaron en una habitación aislada y le ofrecieron hacer varias pruebas, pero él decidió hacerse las más sencillas.
«Esto estará fuera de mi bolsillo. Comencemos con el análisis de sangre, y si el resultado es positivo, simplemente denme de alta».
De esta forma dio positivo para la Influenza, pero no para el COVID-19. Azcue tomó sus resultados, las indicaciones médicas y se fue a su casa.
Sin embargo, dos semanas después recibió una alta factura por parte de su seguro médico pidiendo un pago de $3270 dólares.
Los funcionarios del hospital en Jackson le dijeron al Miami Herald que, según su seguro, Azcue solo sería responsable de $ 1,400 de esa factura, pero Azcue dijo que escuchó de su aseguradora que también tendría que proporcionar documentación adicional: tres años de registros médicos para probar que la gripe que contrajo no se relacionó con una condición preexistente.
Azcue, quien acudió al médico en parte por su responsabilidad cívica ante una amenaza seria de salud pública, no puede creer lo que está sucediendo.
«¿Cómo pueden esperar que los ciudadanos normales contribuyan a eliminar el riesgo potencial de propagación de persona a persona si los hospitales están esperando cobrarnos $ 3,270 por un simple análisis de sangre y un hisopo nasal?» dijo al Herald.
Los $3270 no será todo lo que deba Azcue. Funcionarios del Jackson dijeron que aun recibirá más facturas por parte del hospital esta vez para cubrir por los médicos que lo atendieron.
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